Terminó el suplicio de la fecha FIFA donde el tricolor decidió ser anfitrión de dos partidos a los que el mote de "moleros" les quedó hasta grande. Lo mejor fue, como siempre, la fiel afición que va al estadio, en mayor número en Tuxtla Gutiérrez que en Querétaro pero de igual manera se retrató en las taquillas.
El director técnico del cuadro nacional, Miguel Herrera, decidió continuar con los experimentos. Lo bueno de ello es que dejan más dudas que certezas y abren el portón para devaluar aún más los llamados a ese listado que debería ser de élite.
Particularmente difiero, no en esta ocasión sino desde siempre, con el argumento de que se convoca a jugadores a la Selección con el fin de observarlos. Baso mi argumento en que las grandes potencias no lo hacen así. Nunca he sabido que Alemania, Brasil, Holanda o Argentina llamen a futbolistas tan desconocidos que hasta a los expertos les cuesta trabajo reconocer en la cancha. Simplemente al cuadro nacional van sólo los mejores y la lista de espera es larga, hasta que alguno baje de juego o se lesione.
Además, la fecha FIFA permite convocar a lo más granado, ya que los equipos tienen la obligación de ceder a sus atletas, entonces sigue vigente la pregunta: ¿se valen los experimentos?
Además, los medios de comunicación atizan la lumbre. Al manoseadero de jugadores agregan la consulta popular del llamado de dos jugadores a los que los sesudos expertos consideran "piezas clave": Jonatan Dos Santos y el innombrable Carlitos Vela.
Ya le mandaron la bola de nudillos al "Piojo" y éste, rápido para conectarse como es, contestó con un estilo cantinflesco que sí, que no, que lo más seguro es que quién sabe, chato.
El partido ante Panamá resultó infumable. De un bajo nivel técnico, lleno de patadas y roces a los que México respondió con actitudes de sácale punta. Una cosa es no arrugar y otra muy distinta engancharse en empujones y discusiones estériles, empezando por el entrenador.
Una frase demasiado común es que este tipo de encuentros le sirven al técnico para sacar conclusiones. ¡Pues nomás faltaba que no! Si después de barajar tantos nombres, Herrera no va descartando gente, vaya galimatías que se le va a armar cuando se trate de conformar un equipo en serio.
Con el respeto que se merece un jugador profesional, este par de bodrios jugados en nuestro país sirvieron para mostrar que hay elementos que no son, ni serán, material de selección.
Vienen los últimos compromisos del año, ante Holanda y Bielorrusia en el Viejo Continente. Ojalá que para esas fechas el cuerpo técnico del tricolor haya sacado sus dichosas "conclusiones" y entienda que para vestir la verde hace falta un poco de gracia y otra cosita. Los experimentos hay que dejarlos para los químicos en el laboratorio.
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