La mayoría de la gente a la que le gusta el futbol no puede sustraerse a tocar el tema de los clásicos, y en ese sentido, la semana pasada se habló, y mucho, del español, que como todos sabemos fue para el Real Madrid y a nivel local del regio, que resultó emocionante quedando sin nada para nadie en cuanto a la victoria pero levantando al espectador de su butaca.
En México el calificativo de "clásico" para un partido de futbol considero se ha devaluado. Una cosa son las rivalidades, los partidos entre coterráneos y otra muy distinta aquellos encuentros donde está en juego algo mucho más valioso que los tres puntos. Desde esa óptica creo que existen cinco clásicos en el futbol mexicano: el ya mencionado Tigres-Monterrey, el llamado "joven" entre América y Cruz Azul, el tapatío que involucra a Atlas y Chivas, el capitalino donde se ven las caras los Pumas ante las Águilas y, finalmente, el más emblemático de todos, América vs Guadalajara, que por algo ha recibido la denominación del "clásico de clásicos".
El partido involucra a los dos cuadros con mayor poder de convocatoria no sólo en nuestro país sino allende las fronteras. Son muchas las historias de odio deportivo y encono que trascienden incluso a la esfera familiar. Chivas y Águilas se convierten en legiones de seguidores que buscan llevar a casa el trofeo que los tranquilice, por lo menos hasta el próximo enfrentamiento. Es, además, todo un ritual, donde técnicos y jugadores saben que en este duelo, está prohibido perder.
No es la primera vez que se presenta un partido, en el papel, tan disparejo. Los de Coapa comandan la liga con autoridad, aunque vengan de caer en Querétaro, mientras que el chiverío arrastra el prestigio en el fondo de la tabla no sólo de posiciones sino de la de cocientes, con un funcionamiento basado en la desconfianza y la falta de puntería.
Sin embargo, aunque parezca una frase trillada, en un juego de esta naturaleza todo puede suceder ya que en la cancha, con base en esa gran rivalidad, las distancias se acortan y muchas de estas historias se han escrito más con el pundonor que con la clase futbolística.
Un elemento más que estará presente en la cancha del Estadio Azteca el próximo sábado es el hecho de que el América está ya calificado para la liguilla. Ignoro por qué pero los equipos en nuestro torneo aflojan el paso cuando se saben invitados a la fiesta grande y eso deberá aprovecharlo el Guadalajara, si quiere salir con vida del Coloso de Santa Úrsula.
En fin, veremos el encuentro del uno contra el 17, seguramente ante un estadio pletórico y colmado de pasión. Espero un buen arbitraje y que toda la semana no se hable de otra cosa que del partido en cuestión. Es que, ¿sabe usted?, viene el clásico.
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