El Día de la Candelaria pasó con más pena que gloria. Por culpa del Super Tazón, los tamales no llegaron a mi mesa y tuve que conformarme con las viandas encargadas por mis hijos consistentes en sushi, pizza, papas fritas y todo género de botanas con origen sajón, que lo único que hacen es engrosar la cintura y aventar el vientre para adelante.
Luego salieron los babotas de los Broncos, más dormidos que un diputado en sesión y para cuando abrieron los ojos, ya perdían 22-0. La segunda mitad fue igual de mala para Denver y el trofeo "Vince Lombardi" viajó hasta Seattle, fruto del impecable trabajo de la defensiva de los Halcones Marinos.
Dicen que el show del medio tiempo fue de lo mejor aunque a mí me dio la impresión de ver juntos a Pedrito Fernández y a Diego Verdaguer, eso sí, con música estridente y pegando chicos brincotes que los hacían parecer como indio empeyotado. Será que estoy envejeciendo.
Lo que salvó mi 2 de febrero fue el triunfo de los Pumas que le pusieron una arrastrada al cuadro avecindado en Tijuana y que casi no alinea jugadores nacidos en México. Después de muchos meses de no ganar en Ciudad Universitaria, por fin vimos a un equipo coherente, luchón y definidor, lo que permitió golear al perro fronterizo quien, por cierto, hace rato que no muerde en patio ajeno.
La Liga MX es sumamente generosa en cuanto a las posiciones se refiere. Hace 15 días los auriazules estaban en el fondo de la tabla y se hablaba de dimisiones y despidos. Hoy, fruto de dos victorias consecutivas, se treparon hasta el cuarto lugar general y todo es felicidad, al grado de afirmar que la tormenta quedó atrás y de aquí a la grande compañeros.
Es el director técnico José Luis Trejo quien dice que la crisis está superada. La verdad, quiero creerle aunque le ganaron a dos paupérrimas versiones de equipos que, en tiempos recientes eran potencias como Tigres y Xolos. Habrá que verlos con rivales de mayor peso y el campeón León puede ser un buen sinodal en su próximo enfrentamiento allá, donde la vida no vale nada.
El futbol mexicano es una verdadera rueda de la fortuna donde con tres o cuatro resultados favorables, se escalan posiciones que hasta pueden hacer creer que se juega bien al futbol.
El caso de Pumas no es único pero puede ser un muy útil ejemplo. Si en las próximas fechas vemos un accionar con el pundonor mostrado ante Tigres y la puntería exhibida frente a Xolos, los aficionados de sangre azul y piel dorada podremos ilusionarnos.
Volviendo al Super Domingo y sin ser un experto en el deporte de las tacleadas, creo que fue decepcionante el juego, no por el triunfo de Seattle sino porque Denver no metió ni las manos. Creo que la tribuna puma definiría mejor el sentir del aficionado al gritar: "Manning, la porra te saluda".
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