Y de no ser por los extras y los penales del Costa Rica-Holanda, la ronda de cuartos concluiría de manera desastrosa. Horrible futbol, demasiado cálculo, falta de arrojo, "atácame tú, arriesga tú, que ya te contragolpearé" en fin, todo lo que sobró en las dos primeras rondas (la de grupos y los octavos) faltó en estos cuartos que en general estuvieron más feos que cuartos de hotel de mala muerte. Cuartos de final feos y mal jugados pero qué ganas de ver ahí a nuestra Selección. Costa Rica sí estuvo, y peleó hasta el último aliento. No sé si a ustedes les pasó igual que a mí, veía cómo los ticos combatían con gallardía contra los holandeses y sentimientos encontrados me confundían, ¿orgullo de Concacaf? Sí, claro que sí…. y no, la envidia malsana me inundaba, ¿cómo que ellos sí y nosotros no? Por otro lado, qué bien jugaron, le ganaron a un bicampeón y a un tetracampeón, sobrevivieron con autoridad y carácter al "Grupo de la Muerte" exigieron hasta las lágrimas al subcampeón actual, en fin, motivos para admirarlos sobran, pero esa sombra de la inquina y ardor nos ha caracterizado a ellos y a nosotros a lo largo de la historia, no nos quieren ni los queremos futbolísticamente hablando. Pero nos guste o no, los ticos lo hicieron, nosotros no.
Tuvo que ser una genialidad de Van Gaal, al estilo de Tony LaRussa sacó justo a tiempo a su portero abridor y lo relevó por su portero "taponero", resultado: dos penales atajados y el pase a semis contra los argentinos. Siempre se ha dicho que las potencias son las que protagonizan los Mundiales y los "chicos" sólo son comparsas, que son demasiadas selecciones treinta y dos, que varios pesos pesados se quedan en el camino sobre todo en las eliminatorias europeas. Todos esos argumentos de los eternos detractores de tres pesos cayeron por los suelos en Brasil, con excepción de España y Honduras, todas las demás selecciones con sus limitaciones y fortalezas nos divirtieron en forma fantástica dando partidos entre extraordinariamente jugados o extraordinariamente emocionantes. ¿Quién rayos extrañó a Ibra y a Suecia? Nadie, a ¿Bale y a País de Gales? Por supuesto que nadie. Incluso Francia desplegó un futbol exquisito sin la presencia de Ribery, Colombia sin Falcao maravilló. Así varios ejemplos, a pesar de los malos augurios de los ridículos expertos de siempre "la chiquillada" dotó de luminosidad el magno torneo. Conforme fueron saliendo de la competencia víctimas del peso de la camiseta del de enfrente el espectáculo fue decreciendo, los grandes se fueron apoderando poco a poco de la Copa e impusieron su doctrina de "no importa la forma sino el resultado". El Mundial entonces volvió a ser tedioso como la mayoría de los encuentros de las últimas ediciones.
En fin, las semis están pletóricas de equipos con los suficientes blasones y pergaminos para conquistar Brasil, el problema es que como van las cosas no veremos un futbol abierto y de norte a sur sin trabarse en medio campo como la inmensa mayoría de los partidos de la ronda de grupos y octavos, no, no abriguemos muchas esperanzas, cuatro pesos pesados colisionarán y seguramente saldrán a especular, esperando la equivocación grosera, aprovecharla y se acabó. Negro panorama se adivina en el Final Four, ojalá me equivoque y aparezcan las virtudes y no los defectos de los principales futbolistas de cada uno de los cuatro finalistas. Y si de pedir se trata que la final sea latinoamericana, ojalá no sea mucho pedir.
rrosell50@hotmail.com