Final del Mundial, se supondría que la inmensa mayoría de los mexicanos estaríamos con nuestro representante de Latinoamérica, el equipo argentino, pero hete aquí que no es así, existe una nueva generación de chavos entre 15 y 35 años que se han ido decantando por el futbol europeo y ahora sin recato alguno no sólo manifiestan sus deseos de que gane Alemania sino incluso que golee a los sudamericanos, son los mismos méndigos que celebraron estruendosamente la paliza de la Blitzkrieg alemana sobre mis siempre admirados y queridos brasileiros, es cierto, el Brasil de su Mundial fue como diría Procul Harum "Una pálida sombra" de los luminosos equipos de finales de los cincuenta hasta el dos mil dos. Ni hablar ya lo dijo el grandioso Zico, hay que replantearse y buscar a la nueva generación de artistas no de atletas. Pero volviendo a por qué la raza mexicana prefiere irle a Alemania en lugar de nuestro hermano latinoamericano, veamos un ejemplo, me decía un señor en una visita que hice al museo Arocena (bueno, no exactamente, se trataba del "Perches", rumbosa cantina de la localidad, mejor dicho bar porque luego se me ofenden) me decía en tono amable pero severo el señor ya mencionado, que los argentinos no eran latinoamericanos, pude haber hecho cara de "¿¡¿¿What??!?" pero sabía perfectamente a lo que se refería, los argentinos a pesar de todo siguen siendo para muchos mexicanos sinónimo de soberbia y prepotencia, y digo a pesar de todo porque si hay algo que nos "hermana" con nuestros hermanos latinoamericanos son gobiernos incapaces y corruptos, pésimos servicios públicos, gastar más de lo que ganamos, creernos más de lo que somos, quejarnos en reuniones con los amigos pero no hacemos nada que nos saque de nuestro confort y a esto y muchos defectos más característicos de los países del tercer mundo no son ajenos los habitantes de la República Argentina.
Yo en lo personal he tenido sólo experiencias agradables con mis hermanos argentinos, conocí bien a José Miguel Zavadlav, arquero del Santos Laguna de la época del primer campeonato en el Invierno del 96, hicimos tan buena amistad que un día en Santa Rita, añorado lugar donde se entrenaban los Guerreros, me entregó una invitación para su boda: "Rafa sería un honor que me acompañaras en el día más importante de mi vida", agradecido abrí la invitación, el día tal, en la iglesia tal, a la hora tal, en Temperley Provincia de Buenos Aires, Argentina, ¡Argentina!, agité el sobre y le pregunté al "Gato" (ese es su apodo) ¿y los boletos de avión? Sólo sonrió como diciendo ya yo cumplí, nos reímos y le deseé lo mejor. Gran persona y muy buen portero, ahora que vemos una y mil veces la increíble atajada de Memo Ochoa al remate de cabeza de Neymar, créanme que el Gato hizo una muy parecida pero mejor en la final de vuelta del 96 a remate también de cabeza del "Matador" Luis Hernández .
Otra estupenda persona de origen argentino lo es Gabriel Caballero Schiker, en una ocasión platicando acerca de esa animadversión que existe entre broma y entre en serio por los argentinos, me dijo: "la culpa es de la mayoría de los porteños, es decir, la gente de Buenos Aires, el equivalente, para que me entiendas barbón, a los chilangos que padecen ustedes", "prepotentes y siempre despreciando a la gente de provincia". Gabriel es rosarino y fue "víctima" muchas veces de la fantochería de esos personajes que pululan en las capitales a lo largo y a lo ancho de nuestra Latinoamérica. José Miguel y Gabriel podrían ser acusados de todo menos de no poseer una sencillez y decencia a prueba de todo, por ellos y por otros amigos argentinos estamos con la Albiceleste, ¡a mantener la supremacía de nuestro territorio! Vamos a aliarnos en contra de la potencia germana. ¡¡¡Vamos Argentina, vamos Latinoamérica!!!.
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