No es la primera vez que Santos Laguna inicia un torneo sin ganar en los primeros tres juegos y con una raquítica producción de goles, lo raro y casi insólito es que haya ligado tres partidos con una lamentable exhibición de falta de imaginación, recursos, iniciativa, etcétera. Las debilidades del plantel han salido a flote, a pesar de lo que muchos hablan y escriben, Santos Laguna no tiene un conjunto que espante a nadie con la excepción de Oswaldo Sánchez, Juan Pablo Rodríguez, Darwin y Oribe, el resto es un grupo de futbolistas esforzados pero que no hacen diferencia. Esta situación se ha recrudecido cuando los antes mencionados caen en una baja de juego, nadie levanta la mano, no existe ninguno que aparezca en los momentos claves de los partidos. Es difícil encontrar una buena contratación de extranjeros después de la de Darwin hace ya cinco años.
Para un puesto clave como es la imaginación y creatividad en el medio campo se deja libre a Ludueña y se trae a Cejas, la apuesta no era mala, un "diez" con mayor movilidad y algo de sacrificio, pero lo de Mauro Emiliano ya es un drama, ironías y burlas aparte de las que solemos hacer uso periodistas y aficionados en redes sociales, esto es serio, sólo póngase en el lugar de Cejas, desde que llegó a Santos Laguna ya venía en plena rehabilitación, su cuerpo a los 27 años de edad ha sido sometido a todo tipo de operaciones y traumas en el ultimo año y medio. Mauro sólo ha podido participar en 26 de 45 partidos que han disputado los Guerreros desde su llegada y completado sólo tres. De 4,050 minutos ha jugado 1,488 para un menos 2,562.
La imagen del viernes era pura desesperación y simplemente derrumbarse ante la adversidad, Mauro necesita ayuda de sus compañeros, directivos y aficionados, no es momento para burlas y bromas estúpidas, es un futbolista de los Guerreros del Santos Laguna que atraviesa por momentos dolorosos donde la voluntad se quiebra en pedazos ante la frecuencia de las lesiones que lo afligen y no lo dejan respirar a gusto. El fantasma de las lesiones es cruel y despiadado Emanuel Villa, centro delantero de los Tigres, está hundido en el temor y prefiere hacerse a un lado un semestre. Sabemos del carácter de Cejas y sabemos que volverá a intentar ayudar a su equipo. Desde aquí le deseamos pronta recuperación y sobre todo que recupere la alegría por el juego.
Volviendo a lo limitado que luce el equipo en la mayoría de sus posiciones, esto no es factor determinante para un fracaso en el torneo, equipos con tremenda nómina como Tigres en este momento sólo provocan pena, y cuadros limitados en ese rubro como el Querétaro encuentra la forma no sólo de sobrevivir sino de competir dignamente. Trabajo, mucho trabajo le espera a Pedro Caixinha para devolverle el color a su escuadra, que se ha desdibujado feamente en este arranque del Clausura 2014. Trabajo, algo a lo que nunca ha rehuido el lusitano, paciencia y fe habrá que agregar.
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