Experimentó una leve mejoría el equipo de Pedro Caixinha, después de tres lamentables exhibiciones donde fue incapaz de generar el más elemental futbol, ya no digamos para provocar jugadas de gol sino para acercarse con balón dominado al área rival. El viernes en Querétaro al menos exigió al arquero Hernández, que sufrió para atajar lo que por fin generaron Oribe y Darwin. Estos dos siguen sin estar finos, de ahí que otra vez se quede en cero la ofensiva "guerrera".
De las ironías de este deporte, hablamos y escribimos de la supuesta debilidad del Santos Laguna de medio campo para atrás, que su defensa luce débil, lenta y desorganizada, pero hete aquí que la zaga lagunera es lo rescatable después de cuatro juegos. Han ligado 180 minutos sin gol y contra los Gallos se rompieron el alma para llegar siempre a tiempo para evitar que perforaran su meta. Rafa Figueroa, Néstor Araujo y Jonathan Lacerda fueron infranqueables por tierra y aire. Los contenciones trabajaron al parejo, incluso el catalán Crosas se unió al sacrificio y no desentonó. El equipo corrió y sudó cada momento del partido pero al final de la refriega otra vez sólo un miserable punto, la cosecha después de doce disputados es infame, tres unidades. A cualquiera de los cuatro coleros que se le ocurra ganar superará a los "Guerreros", así de simple y así de triste es andar agarrando puntito a puntito.
La situación ya se complicó a pesar de tener todavía catorce jornadas por delante, el próximo sábado a las cinco contra un durísimo visitante como el Toluca no hay de otra que quedarse con tres puntos, otro empate o incluso derrota marginaría a los laguneros de manera significativa y tendría que cosechar una buena cantidad de puntos de visitante, en un calendario complicado precisamente en gira.
El ataque verde y blanco está en plena sequía, los de siempre están en mal momento (Oribe y Darwin) y los que tendrían que venir a colaborar en labores ofensivas están lejos, muy lejos de pesar (Calderón, Rentería, Orozco, etcétera). No es un misterio, todos lo sabemos, el propio Pedro lo declaró con un dejo de amargura, no tiene quien le genere en el medio campo el futbol necesario para alimentar a los dos de siempre, Cejas, que para su desgracia pasa más tiempo en rehabilitación que en la cancha, sigue siendo una incógnita, Calderón y su impresionante frialdad se ve remoto que llegue a ser la solución, y Rentería da la impresión que pasó más tiempo eligiendo su siguiente corte de pelo que memorizar las instrucciones de su técnico.
En fin, todos lo sabemos, los torneos cortos te comen, cuando te das tiempo en lo que tratas de solucionar los problemas y tus jugadores batallan en meterse en ritmo, se acabó compadre, ahí nos vemos para la próxima. No es exagerar, o se gana ya o te despides del Clausura.
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