Antiguo monumento a Hidalgo en la col. San Isidro.
Los lerdenses nos sentimos orgullosos de conmemorar el 203 Aniversario de la estancia y pasada de Miguel Hidalgo y Costilla, por el Rancho de San Fernando de La Laguna, los días 8 y 9 de abril. Recordemos que Hidalgo era acompañado por los insurgentes y conducidos como prisioneros recorriendo estos lugares, con rumbo a Chihuahua. Estos insurgentes de la Independencia fueron traicionados por el militar Ignacio Elizondo, en Acatita de Baján donde les tendió una emboscada haciéndolos prisioneros a la mayoría del ejército independentista.
Hidalgo y los caudillos principales de la independencia, después de su desastrosa derrota en el puente de Calderón, ubicado en las orillas de Guadalajara sufrida el 17 de enero de 1811, iniciaron la huida y desesperadamente trataron de llegar a la frontera con los EUA, país al que pensaban solicitarle ayuda y armamento. En el transcurso del camino de Saltillo a Monclova, el cura Hidalgo y los principales jefes fueron aprehendidos por los realistas en La Noria de Acatita de Baján, Coah., el 21 de Marzo de 1811.
En ese tiempo el Gobierno Virreinal de don Félix Calleja, el Rey había ofrecido la suma de $ 10 mil pesos de gratificación por cada una de las cabezas de los principales jefes insurgentes y el antipatriota de Elizondo, tentado por la codicia, no soportó sus instintos de traidor y se prestó para que aquellos hombres que se acercaban a la frontera del norte cayeran bajo el lazo de la traición. Los traicionados fueron concentrados a la Villa de Monclova y presos en algunos cuarteles, aquí los seleccionan para trasladarlos a Chihuahua y a Durango; pero el primer destino a la región Lagunera, saliendo el 26 Marzo de 1811.
En una lista fechada en Monclova el 28 de Marzo de 1811, formulada por el oficial Herrera, asienta 26 presos enviados de este sitio a la Comarca Lagunera: a Fr.Carlos Medina Franciscano, de la Provincia de San Luis Potosí. Fr. Bernardo Conde, de la provincia de San Pedro y el Pablo de Michoacán. Fr. Gregorio de la Concepción. Carmelita, Fr. Pedro Bustamante, Mercedario. Miguel Hidalgo y Costilla, generalísimo. Mariano Balleza, Teniente General. Francisco Conde. Nicolás Nava. Antonio Ruiz. Antonio Belán. Ignacio Hidalgo. Ignacio Josef Allende, Generalísimo; Mariano Jiménez, Capitán General; Juan Aldama, Teniente General; Pedro Aranda, Mariscal; Francisco Lanzagorta, Mariscal; Vicente Valencia, Director de Ingeniería; Onofre Portugal, Brigadier: Juan Bautista Carrasco, Brigadier; José Santos Villa, Coronel; Pedro León. Ignacio Camargo, Coronel; Mariano Hidalgo. Agustín Marroquín. Mariano Abasolo, Coronel; Luis Mireles Coronel.
Fueron organizados formando una caravana y escoltados por la tropa de Monclova, Coah., encabezada por un coronel de nombre Don Manuel Salcedo - hijo de Don Nemesio, alta autoridad en las llamadas Provincias. La caravana de presos y soldados rindieron en este evento grandes jornadas de camino durante el día caluroso, conducidos por una columna a cuya cabeza marchaban 25 hombres custodiando a los prisioneros insurgentes en medio de dos filas de soldados; los reos uno tras otro, guiados cada cual por un soldado que tiraba la mula enganchados y montados, otros apuntándoles por detrás con una lanza y, al final el grupo de la tropa.
En todo ese peregrinar por los desolados y desérticos terrenos, azotados por los grandes ventarrones de arena y tierra, rendían jornadas antes del anochecer, casi sin probar bocado, sedientos y ardidos por el Sol, del cual no podían resguardarse por falta con que taparse. Cuando llegaban a hacer paradas entre el día o en las noches los prisioneros los colocaban en círculo de sus custodios, quienes procediesen a asar raciones de carne que repartían a prisioneros y custodios, cada veinticuatro horas que se les daba; terminando tan pobre refrigerio se les amarraba de los pies, unos con otros de cuatro en cuatro, para que cada guardián que les tocase sostuviera de punta del lazo durante la noche, a veces bajo la lluvia. Sin faltar terrenos peligrosos por bichos venenosos y polvorientos. La soldadesca no cesaba en lastimar a los prisioneros.
En el punto de la hacienda de Hornos del Álamo, se desprendieron de la caravana de presos, únicamente Nicolás Nava, Antonio Belàn y Antonio Ruiz, que salieron del lugar hacia Durango, pasando por Ahuichila, Paso de Guadalupe y Cuencamé, llevados a Durango.
El resto de los prisioneros en número de 23, prosiguen hasta San Fernando y San Isidro Labrador. Al acercarse al río Nazas se preparan para brincarlo en un punto que dista de legua y media río abajo del Cerro de las Calabazas. Estando al otro lado, se dirigen al sur por la orilla izquierda del río lagunero para penetrar a las tierras del Rancho de San Fernando de La Laguna, que había sido fundado por Joaquín Navarro el 30 de mayo de 1799, en la orilla izquierda del río Nazas. A este pueblo llega la caravana el día 8 de Abril a las 5.00 de la tarde.
Es así que el padre de la Patria entra al Rancho de San Fernando por la calle del Camino Real (Hoy Hidalgo y Calzada Guadalupe Victoria), en donde los ciudadanos de este pueblo lo recibieron con asombro y pena a la caravana de prisioneros formada por religiosos e insurgentes. Todos los integrantes de la cuerda venían asegurados con herrajes y encadenados. Hidalgo y Costilla, es encarcelado en el calabozo de la entrada del rancho, que se utilizaba como garita. Aquella tarde del 8 abril de 1811, a las 5 de la tarde; Ignacio Elizondo asentó, en la "Cordillera número once, que habían llegado al Rancho de San Fernando de La Laguna"; consignando la relación de los prisioneros que se conducían. De inmediato se ordena mandar a herrar 6 caballos y se adquieran cuatro carretas de la Hacienda de Avilés, (Hoy Cd. Juárez, Dgo), bagaje e impedimenta.
Del Rancho de San Fernando, muy de mañana del día 9 de abril a las 5.00 hrs. sale la caravana de presos y soldados, quienes caminaron por la calle del Camino Real (Calle Hidalgo) continuando por lo que hoy es la calle Allende con rumbo al Rancho de San Isidro; o sea a 2 kilómetros al oeste del Rancho San Fernando. Hemos de recordar que San Isidro por muchos años atrás fue la antigua estación de la Posta Central de Figueroa (1670). De San Isidro despachan a siete prisioneros con rumbo a Durango: Fr. Carlos Medina, Carmelita Gregorio de la Concepción. Pedro Bustamante, Fray Bernardo Conde y Fray Ignacio Jiménez, Los sacerdotes; Mariano Balleza y Mariano Hidalgo Muñoz, escoltados por soldados Dragones al mando del Teniente Coronel Pedro María Allende y Zaavedra.
Mariano Balleza, fue uno de los clérigos que trasladaron a Durango, quien se despide de Hidalgo, en San Isidro; quien escribe una nota que decía: "el día 9 de Abril de 1811 nos despedimos de nuestro buen Hidalgo en el Rancho de San Isidro Labrador y al levantar su mano para bendecirnos, brotaron de sus verdes ojos las lágrimas y con voz sonora nos dijo: "que Dios los bendiga". Los otros 16, dentro de los cuales se describen los principales; como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y José Mariano Jiménez, éstos los conducen a Santiago de Mapimí, bajo el cuidado de Ignacio Elizondo. Parten de estas tierras a las 6 de la mañana del 9 de Abril de 1811. Dirigiéndose al pueblo de Jacales, último lugar del territorio de Lerdo de Tejada, donde existía un acantonamiento de soldados, llegando a las 3.00 de la tarde. Aquí Tienen un descanso mínimo, y continúan a las 4.00 de la tarde, con rumbo al Real de Mapimí.