Los mexicanos en Estados Unidos no pierden la oportunidad de ver a su selección cuando juega allá, aunque sean partidos amistosos. (Jam Media)
Banderas tricolores, sombreros de charro, caras pintadas, playeras verdes. Sí, juega la Selección Mexicana lejos de aquí, pero cerca de los "otros" mexicanos.
Ellos viven con emoción el reencuentro, acusando el "no era penalti" y exigiendo ver al "Chicharito", tal como lo anunciaron los posters. Por eso vino desde Garden City, Kansas, Omar Tamayo y su familia. Nacido en Guanajuato, pero "ya con nacionalidad gabacha", este empleado de una compañía de embutidos manejó más de nueve horas para traer a su esposa y cuatro hijos a ver a la Selección… "Pero sin 'El Chicharito'".
Los gritos de "Viva México", resuenan. Hay poca gente en las inmediaciones del Dick's Sporting Goods Park, que dicen, tiene el mejor césped de todos los estadios de Estados Unidos.
Omar está "re" feliz. Sus hijos vestidos con sarapes, con cintas en la frente y él con la camiseta verde. "Ya les cumplí", dice orgulloso.
-¿A poco tus hijos saben algo de México? "Ellos nacieron aquí, todos, pero yo les hablo de México todo el tiempo, de mis raíces, y les gusta. Mi Esposa, Jen, me ayuda. Entre los dos les hacemos la labor".
Sus pequeños: Valerie, la mayor; Brian, el fuerte; Yaír, el juguetón, y Jenny, la más pequeña y consentida, ven maravillados el estadio que deja ver más gente, que con carteles, hace peticiones.
"Vela te necesitamos", pide uno. "No fue penalti", se queja otro. "Piojo para presidente", solicita uno más.
Jen, la esposa de Omar, no se separa de él. Se conocen desde que iban en el kínder "Chispita", allá de Guanajuato. Siguieron juntos en primaria, secundaria y en la prepa se separaron, sólo para contraer matrimonio. "Nos casamos y nos venimos para acá. La situación en México nos obligó. Teníamos el sueño de comprar una casita y hacer vida aquí", dice la dama.
-¿Y ya la construyeron?
"No, pero las cosas ahí van. No quito el dedo del renglón, también les tengo que cumplir en eso", afirma Omar.
El sueño sigue, "claro, ya se nos dio la oportunidad de estar legalmente en el país", asegura satisfecho. "Ojalá que todos los mexicanos pudieran hacer eso", reflexiona. "Mientras hagas las cosas derechas aquí, puedes caminar por la calle; cuando no, vas a tener que caminar por los callejones…".
