La ilusión viaja en el Metro
Hay algo a lo que Pablo no está dispuesto a renunciar por nada ni nadie: la música. Todo indica que sus únicas certezas están en el canto, por lo demás su vida en general podría parecer excesivamente dramática, de no ser porque es Pablo quien, al narrarla, no se contradice en lo absoluto.
Aprendió hace tiempo a no tomarle demasiado apego a las cosas y a la gente; a ratos, durante la entrevista, parece un hombre hostil, admite que lo es y no le interesa demostrar lo contrario. Es como es: un hombre sin artificios. Así cautivó hace dos semanas a millones de televidentes cuando apareció en el reality México tiene talento, de TV Azteca. Convenció al jurado y pasó a la semifinal.
Cuando pequeño, se perdió y ya no supo cómo regresar. Tenía cinco años. En su camino tocó la puerta de una casa y una mujer le abrió. Fue ella quien lo llevó a la Cruz Roja de Torreón, Coahuila, donde permaneció hasta ser enviado a un reformatorio.
Después pasó a un orfanatorio hasta ser adoptado, a los 10 años, por una familia de Utah, Estados Unidos. Su padre, un veterinario; su madre adoptiva se dedicaba al hogar.
"De mis padres biológicos ya nunca supe nada, yo los busqué, hasta que un día alguien me dijo que habían muerto; en todo caso yo sentí que me habían abandonado y eso no es agradable", dice Pablo López Morales a la salida del Metro Villa de Cortés, al sur de la Ciudad de México.
Lleva pantalones negros, lentes de aumento, camiseta roja, un bastón ortopédico, la barba crecida, no sonríe con facilidad, hace tiempo que perdió la inocencia. Le gusta lanzar argumentos, defender su privacidad.
Sugerimos que la entrevista sea en su casa. Dice que no, que vive en hoteles, cuanto más económicos, mejor.
Permaneció en casa de sus padres adoptivos hasta los 18 años de edad. "Yo era un hombre hostil, grosero, conservaba los malos hábitos que aprendí en el reformatorio y mis padres adoptivos se hartaron, me corrieron de la casa y ya no regresé más". Era la segunda vez que Pablo dejaba un hogar.
Viajó como pudo a México y cayó en una depresión durante ocho años. Cayó también en la indigencia. Dormía en la calle, en los paraderos de los autobuses, comía lo que recibía de los choferes de las micros.
"Supe lo que era el hambre". Mientras, tocaba una flauta en el Metro "para poder sacar algo para comer".
Cuando era joven, Pablo cantaba en el coro de la iglesia junto con su padre adoptivo. "La hacía de solista pero una vez repetí dos veces la estrofa, fui severamente regañado y me traumé".
Dejó de cantar durante más de 15 años y continuó con la flauta escolar, hasta que Joel, un amigo suyo y dueño de una papelería en el Metro Revolución lo escuchó interpretar casualmente una canción de José José. Joel decidió regalarle una grabadora. "Me quitó la flauta de las manos y me indicó que saliera a cantar al Metro con esa voz privilegiada que Dios me había dado. Así lo hice, y empecé a ganar algo de dinero para comer".
VIDA SUBTERRÁNEA
Pablo ha recorrido diario durante 20 años los subterfugios de la ciudad. No conoce las calles de la Ciudad de México, él vive y se mueve por sus entrañas, en el Metro.
Otro amigo de un café-internet, cercano al Metro Revolución, le regaló algunas pistas en inglés; fue así como comenzó a interpretar canciones de Bob Seger, Michael McDonald, Billy Ocean, Ray Charles, Little Richard y Louis Armstrong, canciones que ya conocía de tiempo atrás, y otras que fue bajando de la computadora para luego ensayar en su estéreo microcomponente.
"A mí siempre me gustó la música negra, el soul, el rhythm and blues, lo escuchaba en la radio".
Con el tiempo, sus interpretaciones en el Metro comenzaron a subirse a YouTube (aquellos que lo escuchaban cantar lo iban grabando). Otro amigo le comunicó que sus videos eran virales y le sugirió abrir una cuenta en Facebook. Lo hizo, y comenzaron a seguirlo unas 300 personas. Mientras tanto, Pablo continuaba con sus interpretaciones en el Metro, pero ahora con la dificultad de los operativos.
"Tengo un problema de cadera; hace tiempo fui atropellado y no me cuidé lo necesario por falta de recursos, así es que ha sido un lío tener que cambiarme de estación para evadir los operativos en los que nos corren a los ambulantes del Metro; yo no culpo a los policías, es su trabajo, pero no ha sido fácil tener que estar huyendo de las autoridades para poder continuar cantando para así vivir", asegura.
La tele y el cambio
Una mañana, mientras trabajaba en el Metro, Pablo recibió la visita de un equipo del programa México tiene talento, producido por TV Azteca. Se acercaron para ofrecerle acudir a un casting en la televisora. Pablo se sorprendió. El acercamiento de la televisora del Ajusco no fue fácil.
"Al principio lo descubrimos en Internet; nos enfocamos a la búsqueda de Pablo durante tres días hasta encontrarlo e invitarlo a participar de nuestro proyecto", comenta David Limón, productor de TV Azteca y de México tiene talento, un programa que debuta en México con la asesoría de FreeMantle, empresa inglesa propietaria del formato que ha tenido un éxito rotundo en Estados Unidos e Inglaterra. Pablo aceptó. Concursará con otras 70 personas aproximadamente en la gala final.
Pablo fue a TV Azteca, llegó solo, colocó su grabadora en el suelo, cantó y sorprendió a los jueces que inmediatamente le dieron paso a la semifinal del reality show.
El llanto de Ximena Sariñana al escucharlo también se hizo viral en redes sociales. "No entendí por qué su llanto si mi interpretación fue alegre... Luego vi a otra señora llorando entre el público y me saqué de onda", cuenta Pablo.
Al terminar su actuación dice que fue impactante el número de personas levantadas de pie aplaudiéndolo. No se lo esperaba.
Actualmente vive sin dirección fija, no tiene ningún familiar, pero cuenta con sus amigos.
Arte mata carita
No es el primer cantante que cautiva en un reality show por su talento y no por su imagen:
⇒ Paul Potts: El 4 de marzo de 2007 cambió la vida de este vendedor de teléfonos: debutó en Britain's Got Talent y ganó.
⇒ Susan Boyle: Criticada al principio por el jurado Simon Cowell a causa de su apariencia, hoy ha vendido 16 millones de CD.
⇒ Sor Cristina. La monja surgió este año en La voz... Italia. Con todo y hábitos, ganó el reality y acaba de grabar Like a Virgin.