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La imprescindible educación ambiental

ROLANDO CRUZ GARCÍA
“De nada vale la ciencia si no se convierte en conciencia"

— Carlo Dossi

Es impostergable una educación para el cuidado del medio ambiente, y surge de la agudización de los problemas relacionados con el deterioro del planeta, principalmente ocasionados por el "homo sapiens", como son la contaminación, el deterioro medioambiental, la degradación de suelo y agua, el desperdicio y el dispendio de los recursos naturales, la pérdida de los bosques, etc. Problemas que resultan de la implantación e implementación de un modelo de desarrollo economicista y neoliberal que se fundamenta, entre otros principios, en la desigualdad social.

Estos viejos problemas, se sitúan en nuevos contextos demográficos, económicos, socioculturales y políticos que ponen de manifiesto el requerimiento de una intervención sistemática y profunda que transforme la visión ética y científica del problema; la educación es la única vía capaz de lograr tan magnífica transformación.

La formación de una ciudadanía consciente, intencionada y capaz de abordar tan importante labor de preservación, sólo puede ser abordada desde la escuela, pero con un enfoque integral y globalizado que nos permita visualizar la magnitud del problema y actuar en consecuencia; la mencionada formación de los niños y los jóvenes deberá desarrollarse con una profunda implicación presente y futura, lo que conlleva una perspectiva de sustentabilidad.

Al abordar el concepto de sustentabilidad, aplicado al cuidado del medio ambiente, se ha constatado que no logramos ponernos de acuerdo, no sólo en su definición, sino en la forma en que deberá ser abordado en las escuelas para la formación en los estudiantes para lograr una conciencia ambiental; sin embargo, en lo particular me complace la definición que nos regala el maestro mexicano Tomás Miklos: "La sustentabilidad es propiciar el desarrollo, preservando las condiciones del medio ambiente, para asegurarlas a las generaciones futuras". Bajo esta perspectiva se vuelve toral trabajar en lo educativo desde ya, para ir formando tan necesarias conciencias en nuestros alumnos.

La educación tiene entonces, la importante misión de contribuir a que los estudiantes desarrollen las capacidades necesarias para desenvolverse como ciudadanos conscientes y capaces de abordar tan relevantes temáticas, sobre todo por su innegable repercusión social: o preservamos el medio-ambiente o no habrá más humanidad.

Los esfuerzos educativos deben dirigirse a que los alumnos comprendan a cabalidad las problemáticas relacionadas al deterioro ambiental y que puedan elaborar juicios críticos al respecto, desarrollando actitudes y comportamientos responsables y congruentes con el papel que a todos nos toca jugar con respecto al planeta (….finalmente es el único que tenemos y lo tenemos que cuidar).

La intervención de los profesores en educación ambiental, no debe verse como la forma de abordar un tema o contenido programático, ni sólo desde su parte declarativa (o conceptual), sino desde un enfoque sistémico, interrelacionado y holístico (totalizador), que es desde donde el planeta nos necesita a todos; el resultado será una nueva conceptualización, que atañe a todas las asignaturas de un plan de estudio, de la vida en sociedad, del trabajo y de los ámbitos de la vida misma.

De la misma manera, desarrollar una educación ambiental en los centros educativos, supone una reflexión, un consenso colectivo y una atención pormenorizada de las profundas implicaciones que tiene en todos los ámbitos de la vida escolar, ya que incide desde la identidad del propio centro escolar, el perfil del alumno que se desea formar, los objetivos generales y curriculares, la selección y secuenciación de los contenidos a priorizar, el modelo organizacional, las metodologías y los criterios de evaluación etc.

Como todo eje transversal, la educación ambiental tiene un gran potencial transformador y no sólo desde lo social, sino también desde la propia concepción de los actos educativos, la profunda reflexión sobre la función de la escuela y la construcción de una sociedad enterada y consciente del importante papel que le toca desarrollar en el cuidado del planeta.

La problemática ambiental ha crecido con una rapidez inusitada, transformando al mundo de una manera sin precedentes en la historia y con una dinámica globalizada, que progresivamente nos recuerda que estamos viviendo en una "aldea global"; lo que implica que las acciones y decisiones que tomamos en cualquier región del orbe tienen consecuencias y repercusiones en todo el mundo.

La crisis en el medio ambiente se fue gestando después de la revolución industrial, pero se ha intensificado y multiplicado de manera exponencial en los últimos sesenta años, debido principalmente a los procesos socioeconómicos, industriales y tecnológicos que se aceleraron en forma espectacular desde la segunda mitad del siglo veinte hasta alcanzar dimensiones mundiales alarmantes en los inicios del presente siglo.

A lo anterior, se añade la dificultad de la humanidad para comprender la complejidad de las interrelaciones entre los diferentes sistemas que conforman el medio ambiente y del lugar que ocupa el ser humano en cada uno de ellos; sobre todo, si al hablar del medio ambiente lo entendemos como el conjunto de elementos (incluyendo al ser humano), condiciones, influencias e interrelaciones que afectan la existencia y el desarrollo individual o colectivo del planeta.

Podemos apreciar que en la educación para el cuidado del medio ambiente, nos falta mucho camino por recorrer, si es que el tiempo nos alcanza para ello.

Agradezco sus comentarios a: rolexmix@hotmail.com

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