Los tulipanes remaron contra la corriente al verse, en los primeros minutos del partido, en inferioridad numérica y en el marcador. (AP)
Una Italia renovada y con ganas de volver a ser aquella selección que presumía de ser invencible y de haber ganado cuatro veces la Copa del Mundo salió ayer al estadio italiano de San Nicola, de Bari, y dominó a una Holanda descolocada que jugó con 10 futbolistas prácticamente desde el inicio del amistoso.
Después del fracaso que protagonizó en el Mundial de Brasil, del que se despidió en la fase de grupos, la "azzurra" ha cambiado su modo de juego con la llegada del extécnico del Juventus, Antonio Conte, y así lo demostró este jueves al enfrentarse a la tercera clasificada en Río de Janeiro.
Conte ganó, junto al equipo "bianconero", tres "scudetto" consecutivos desde su llegada en 2011 al Juventus.
Ahora, afronta una nueva etapa en las filas de la selección, a la que ha transformado notablemente respecto al equipo titular por el que apostaba Cesare Prandelli.
En su nueva selección, por el momento, no hay espacio para el delantero Mario Balotelli.
Para quien sí lo hay es para Simone Zaza, quien solo jugó con Prandelli en dos temporadas.
Zaza, que sustituyó a Balotelli en el césped, fue una de las estrellas de este amistoso pues logró alcanzar una auténtica complicidad con el otro delantero Ciro Immobile.
Conte apostó por un esquema de juego con fuerza en el mediocampo, un 3-5-2, y dejó a Gianluigi Buffon en el banquillo, posiblemente para reservarle de cara al primer encuentro de las eliminatorias de la Eurocopa 2016, que enfrentará a Italia contra Noruega el 9 de septiembre.