El pasado miércoles 2 de abril llegó a Culiacán, procedente de la ciudad de México, Adrián López Ortiz, director general de los periódicos Noroeste de Sinaloa. Había ido a la capital a participar en un foro sobre publicidad oficial y medios de comunicación con los organismos Artículo 19 y FUNDAR, donde expuso la realidad sinaloense.
Después de haber abandonado el aeropuerto en su automóvil, hizo alto en un semáforo. Al intentar avanzar, le cerró el paso una camioneta, de donde descendieron dos jóvenes armados con pistolas que le tocaban el vidrio exigiéndole que abriera el auto. En su reacción vio que también por atrás su auto estaba bloqueado por una patrulla de seguridad privada que había visto previamente en el trayecto. Abrió el automóvil inmediatamente, se bajó diciéndoles a sus atacantes: "Me estás confundiendo, llévate el carro", a lo que éstos le contestaron: "No te estamos confundiendo, súbete al carro".
Al percatarse que se lo querían llevar se tiró al suelo de rodillas y les dio las llaves. Hasta ese momento los atacantes no le habían pedido el automóvil, él lo ofreció. El más joven de los atacantes aborda el auto de Adrián, y escapa.
El segundo de los atacantes se acerca al director de Noroeste, quien se encuentra hincado, y lo empieza a patear, gritándole: "Te vamos a matar". Adrián cae sobre su costado izquierdo y adopta posición fetal para protegerse de los golpes. Su automóvil ya se lo habían llevado, por lo que las agresiones físicas y verbales eran totalmente innecesarias si el móvil fuese robo de vehículo.
No conforme, el agresor siguió pateándolo y amenazándolo con matarlo, y le dispara un tiro a plomo a las piernas. Al estar de costado, la bala le entró por el muslo derecho atravesándole ambas piernas. El agresor aborda el automóvil que lo estaba esperando y huyeron con el mismo rumbo que se habían llevado el auto robado.
Con dificultad el director de Noroeste camina hasta la vialidad principal pidiendo ayuda, hasta que una taxista se detuvo para trasladarlo al hospital más cercano. Las pertenencias de Adrián, su maleta, su laptop, su celular y su cartera se habían quedado en su automóvil.
El gobernador de Sinaloa sostiene apresuradamente que el móvil fue el robo de vehículo. Han detenido a tres personas, uno de ellos, identificado por Adrián como el que se llevó su auto. El otro atacante, el que le disparó, sospechosamente se mantiene prófugo; la autoridad dice tener el arma con la que disparó el prófugo. Del automóvil equipado como patrulla privada no se dice nada.
Todo esto sucede en un momento en el que Noroeste ha hecho públicas las anomalías que reporta la Auditoría Superior de la Federación sobre el mal manejo del Gobierno estatal sobre los fondos federales. También Noroeste ha insistido en que se aclaren los hechos de agresiones físicas a sus reporteros por parte de policías ministeriales, estatales y municipales, mismos que se mantienen con más de 40 días de impunidad.
Algunos de estos reporteros han recibido llamadas de funcionarios de la Procuraduría estatal "sugiriéndoles" que no se metan en problemas y que retiren la demanda.
Yo personalmente he manifestado al gobernador López que por probabilidad es imposible que los "rateros" en Sinaloa sólo roben vehículos de Noroeste y su personal. Que probabilísticamente es imposible que cuando todos los medios de comunicación en el estado cubrían simultáneamente las narcomarchas, los policías sólo agredieron a los reporteros de Noroeste, cuando éstos debían garantizar la integridad de todos los periodistas.
El gobernador de Sinaloa declaró irresponsablemente que la agresión al director de Noroeste fue "mala suerte de Adrián". Con esta declaración el gobernador se mofa de las víctimas de la inseguridad en el estado al calificarlas víctimas de la mala suerte. Si esta idea fuera cierto, sería tan fácil como hacernos una "limpia".
@ClouthierManuel
Empresario
