Macario. Es una película mexicana de 1960, dirigida por Roberto Gavaldón y protagonizada por Ignacio López Tarso.
El crítico cinematográfico Rafael Aviña, dijo que la muerte es un tema recurrente en las tradiciones mexicanas, pero en el cine nacional a pesar de que ha estado presente, como figura o personaje, se ha visto representada como un icono solemne en la mayoría de las películas que incluso, han dejado del lado este concepto.
"Lo curioso es que en efecto no hay tantas películas sobre el tema de la muerte y lo que es un hecho es que los mexicanos nos reímos mucho de ella, es algo que está presente en las calaveritas, en las leyendas y las historias; sin embargo, en el cine se ha visto como desde un punto de vista solemne, no tanto de humor salvo en películas de animación", afirmó en entrevista.
Y es que, al hacer un recorrido por la cinematografía mexicana, es claro que el tema de la muerte ha estado presente y dos claros ejemplos destacan en ese sentido: Mictlán o la casa de los que ya no son (Raúl Kamffer, 1974) y Macario, (Roberto Gavaldón, 1960), pero en la actualidad hay pocas películas que abordan este tema.
"Como figura sobrenatural la muerte no tienen un lugar muy importante dentro del cine, como figura mágica o idealización no es personaje importante, pero la muerte como algo realista o cotidiano, es el elemento que aparece en todas las películas del cine nacional", señaló Aviña.
Cintas como La muerte enamorada (1951) de Ernesto Cortázar, ponían a la muerte como elemento principal representada por una bella mujer (Miroslava) en una suerte de comedia romántica y su figura dentro de las leyendas apareció también en Una aventura en la noche de Rolando Aguilar, pero el cine contemporáneo ha abandonado ese concepto casi por completo.
"La figura de la muerte no es común en un cine contemporáneo, pero de otra manera es el tema central con los asesinatos, y de ahí sí hay múltiples películas, pero en una visión al estilo de Macario tal vez está Piedras verdes, en la que había ciertos elementos mágicos alrededor".
Sin embargo, son las películas de animación las que han dado una visión actual sobre el tema de la muerte en sí, y juegan con ella, tal es el caso de la trilogía de Ánima Estudios que incluye La leyenda de la Nahuala, La leyenda de La Llorona y la recién estrenada, La leyenda de las momias de Guanajuato.
Incluso, este mismo año se dio a conocer El libro de la vida, película que si bien no es de producción mexicana, cuenta con la dirección de Jorge R. Gutiérrez y la producción de Guillermo del Toro y donde el tema de la muerte es central y recuerda la manera en la que es venerada de manera tradicional en México.
Asimismo, en 2012 se anunció que Pixar realizaría una película basada en el Día de Muertos y cuyo estreno sería en 2015 contando con los directores y productores de Toy Story 3.
Pero en el cine mexicano actual, el reflejo de los temas es una tendencia, por lo que el tema de la muerte aparece pero como fenómeno social y no como figura de culto o tradición.
"El cine mexicano ha tratado de apostar por un realismo extremo, no en balde las películas del cine nacional no utilizan actores y tratan de dar un punto de vista cotidiano y por eso esos elementos sobrenaturales se dejan de lado y las historias de horror no son un fuerte en los géneros del cine mexicano.
Son pocos lo que han abordado estas historias, el último director sobre ese tema podría ser Carlos Enrique Taboada, que hizo Hasta el viento tiene miedo o Más oscuro que la noche, pero lo cierto es que el cine de horror moderno ha hecho versiones de estas películas, no hay nuevas historias en realidad", reveló el también escritor de la cinta Borrar de la memoria.
Finalmente, otro aspecto importante es que si bien se lucha por mantener vivas las tradiciones del Día de Muertos, la lucha constante con las costumbres de otros mercados como el americano están presentes y su influencia es mucha, por lo que el tema de la muerte tradicional se ve opacado.
