Explosión. Algunas personas observan un edificio destruido en Irak después de una explosión, que se han vuelto frecuentes en este país.
Con el gesto circunspecto, el presidente estadounidense Barack Obama recibió a los líderes demócratas y republicanos en el Congreso para exponerles unos planes de intervención en Irak lo más parecidos a: "No nos van a volver a arrastrar a esa guerra de nuevo".
"Estados Unidos no va a enviar más tropas a Irak, si decidimos actuar con el envío de este contingente de fuerzas especiales, es por razones humanitarias y también en función de nuestra seguridad nacional", dijo el presidente al descartar el envío de un contingente similar a los más de 180 mil efectivos que Estados Unidos llegó a tener durante los ocho años que duró su guerra de ocupación.
El plan, según confirmó el mandatario, pasa por el envío de más de 300 militares de élite que se encargarán de asesorar al ejército iraquí en la difícil labor de contener el avance de las fuerzas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) que, por cierto, siguen los mismos pasos que hace 11 años dio EU, cuando se hizo con el control de la parte norte de Irak, donde se concentran los ricos yacimientos de petróleo.
La información de inteligencia que recaben estas fuerzas especiales tendrá como objetivo ubicar a las fuerzas del ISIS para orquestar una serie de bombardeos selectivos que se realizarán con aviones no tripulados o drones y, de forma muy excepcional, con aviones de combate que permanecen estacionados en las bases militares de Turquía o en el portaaviones George H. Bush estacionado en aguas del Mediterráneo.Un elemento adicional: en caso de que Estados Unidos decida bombardear a las fuerzas del ISIS, el presidente sólo informará al gobierno iraquí y al Congreso. Sin embargo, no demandará de un voto de respaldo dado el alcance limitado de esta campaña selectiva de bombardeos quirúrgicos.
Como era de esperarse, el anuncio del presidente Obama desató las airadas críticas de quienes hace 11 años fueron los arquitectos de la intervención militar en Irak.
UN ERROR "GARRAFAL"
Entre ellos, el ex vicepresidente Dick Cheney, quien ha acusado al presidente de cometer un error garrafal "que pondrá a millones en peligro" y "comprometerá a futuro la seguridad nacional de Estados Unidos".
A su vez, el senador republicano por Arizona, John McCain, ha exigido la renuncia del Consejo Nacional de Seguridad de Barack Obama por considerar que lo integran un atajo de ineptos que, en diciembre de 2011, consideraron que la paz y la estabilidad en Irak aconsejaba el repliegue de las tropas de Estados Unidos y el fin de una guerra iniciada en marzo de 2003 bajo el pretexto de las armas de destrucción masiva que nunca existieron.
Así, el pasado de Bush persigue a Barack Obama y, en el proceso, todos aquellos que participaron de forma activa en una guerra de ocupación que ha derivado en una guerra sectaria en el país, acusan al sucesor de George W. Bush de haber echado a perder el proyecto de reconstrucción y reconciliación nacional en Irak que, hoy se sabe, sólo fue producto de la propaganda y la avaricia de las grandes compañías petroleras."Lo que no dicen todos quienes hoy atacan a Obama, es que los errores estratégicos no han sido de él. Sino de quienes hace 11 años iniciaron una guerra que tuvo en su origen los errores estratégicos que hoy pasan factura a la administración Obama", consideró James Mann, de la Universidad John Hopkins.
El anuncio de un plan de intervención muy limitado, sí es compartido en cambio por la mayoría de los ciudadanos que, según los últimos sondeos, se oponen en 74% al envío de un nuevo contingente militar en Irak.
Tras una guerra que costó más de 800 mil millones de dólares y provocó la muerte de más de 4 mil 500 militares y decenas de miles entre la población civil, el apetito del pueblo estadounidense por las intervenciones se ha esfumado. Según la más reciente encuesta, la mayoría de los ciudadanos consideran que Estados Unidos no debería seguir jugando el papel de súper policía en el mundo. Más de un 50% considera, además, que EU ha dejado de ser la potencia que era hace 10 años atrás.
Irak lanza intensa ofensiva
Fuerzas iraquíes respaldadas por helicópteros artillados lanzaron a primeras horas del sábado una operación para desalojar a insurgentes suníes de la ciudad de Tikrit, uno de los dos grandes centros urbanos tomados por éstos durante su dramática ofensiva en el norte del país en semanas recientes.
Después de ver cómo buena parte de Irak quedaba fuera del control del gobierno, los jefes militares trataron de presentar la operación iniciada antes del amanecer como un paso importante que pone al ejército de nuevo a la ofensiva. Dijeron que la iniciativa incluye comandos, tanques y helicópteros, así como combatientes suníes que respaldan al gobierno y voluntarios chiíes.
Vecinos de Tikrit dijeron que había enfrentamientos en las afueras y el sur de la ciudad, pero no estaba clara la magnitud de los combates.
Jawad al-Bolani, un funcionario de seguridad del Mando de Operaciones Salahuddin, dijo que el objetivo inmediato era Tikrit, la ciudad natal del difunto dictador Saddam Hussein y una de las dos grandes localidades que cayeron recientemente en manos del Estado Islámico para Irak y el Levante (EIIL) y sus milicias suníes aliadas. Dijo que la operación no tenía un plazo concreto para finalizarse.
Helicópteros artillados atacaron antes del amanecer a los insurgentes que combatían con el ejército en la ciudad universitaria al norte de Tikrit, dijo el teniente general Qassim al-Moussawi, vocero militar. No había informes de bajas.
Las fuerzas del gobierno establecieron una cabecera de puente en la enorme ciudad universitaria el viernes por la mañana luego de ser transportadas en helicóptero.