Distinción internacional. Sin duda, uno de los principales íconos que representa al municipio de Mapimí, es el Puente de Ojuela, el cual ha servido de escenario cinematográfico; cuenta con leyendas y ruinas de un pueblo fantasma y una mina.
El turismo es actualmente una de las principales vocaciones del Pueblo Mágico de Mapimí, se ha trabajado en los últimos años por impulsarlo y por detonar al máximo esta actividad, ya que se destaca por contar con algunos parajes naturales conocidos en todo México e incluso a nivel mundial.
Además, es un pueblo típico lleno de historia y leyendas que se ha fortalecido y se caracteriza por el afán de lucha y desarrollo de su gente, que cuenta con más de 400 años de historia.
Su riqueza se basa en su patrimonio histórico y silvestre, ya que está localizado en el corazón de la Reserva de la Biósfera Bolsón de Mapimí, un área natural de gran belleza e importante para preservar diversos ecosistemas de la región. Diferentes atractivos son los que realzan la tradición del primer Pueblo Mágico de Durango, el cual, a pesar de ser un municipio pequeño, es identificado por su historia, costumbres, hospitalidad y sobre todo por sus paisajes y destinos turísticos.
Ahí es donde podemos encontrar el Puente Colgante de Ojuela, el Cerro de la India, la Zona del Silencio, el Bolsón de Mapimí, así como museos, la Iglesia de Santiago Apóstol y un pueblo pintoresco para visitar.
Además del turismo, la gente de Mapimí se destaca por su trabajo dentro de la minería, el comercio e incluso la avicultura, que son las principales actividades económicas de este municipio.
Son diferentes los atractivos con los que cuenta este municipio a sus alrededores y dentro del pueblo; cuenta con el Templo de Santiago Apóstol en la cabecera municipal; el Recinto de Miguel Hidalgo y Costilla, localizado junto a la presidencia municipal; el Museo Municipal Benito Juárez, en el mismo Centro; el Puente Colgante de Ojuela, que está a nueve kilómetros de la cabecera municipal; la Zona del Silencio, ubicada en la región de Ceballos, a dos horas de camino por terracería; además, se encuentran las Grutas del Rosario, las cuales pertenecen al municipio de Lerdo, pero tienen que pasar por Mapimí para poder visitarlas.
PARAJES NATURALES
El conocido Puente de Ojuela, se denomina de esta manera, debido a que se encuentra en una de las minas más importantes de la localidad, la cual fue bautizada con ese nombre, al ser descubierta en 1598 por Fray Servando de Ojuelos.
Es una estructura monumental de un puente colgante, con una longitud de 318 metros y 100 metros de profundidad; es uno de los principales y más representativos sitios turísticos, no sólo de Mapimí, sino de toda la Comarca Lagunera. Pero además, se encuentra la mina, la cual tiene 450 kilómetros de túneles y en ella se extraían cobre, plata y oro y hoy atesora minerales raros como adamitas, paradamita, escorodita y legrandita.
Ojuela actualmente es un pueblo “fantasma” que fuera una comunidad de tres mil habitantes y contaba con un teatro, iglesia, casino y sistema de agua potable. En el Puente de Ojuela, hay cuatro tirolesas, hay muchos puntos que puedes utilizar como miradores para contemplar un paisaje singular y único; se encuentran las ruinas de lo que fue alguna vez habitado por los trabajadores de la antigua mina.
En este paraje también se pueden disfrutar los deportes extremos, muchos turistas locales y foráneos acuden a este lugar para la práctica de los mismos; además, se ha vuelto escenario de una de las más importantes carreras atléticas de La Laguna, que son tan representativas en esta región y de proyección nacional.
En el mismo complejo de Ojuela, se cuenta con un museo, se puede pasar todo un día de visita por el lugar, encontrará alimentos, visitas guiadas a la mina, así como artesanías y recuerdos de su visita turística. El ayuntamiento de Mapimí, ha propuesto a la asociación civil que dirige el complejo, realizar promociones para los períodos vacacionales y en este caso, durante la Semana Santa que es el próximo, esperan recibir en promedio alrededor de siete mil a siete mil 500 turistas nacionales y extranjeros.
La alcaldesa de Mapimí, Martha Castro González, declaró que se han sostenido pláticas con la Asociación Puente de Ojuela, a cargo de Luis Iglesias, con la finalidad de llegar a un acuerdo para ofertar los precios en los períodos vacacionales, con el objetivo de seguir atrayendo turistas a la localidad.
Actualmente, hay proyectos en puerta para el mejoramiento de este puente, ya que podría ser restaurado con una inversión privada y también se realizará la pavimentación del camino con un presupuesto de tres millones de pesos. El Puente de Ojuela se ha manejado a través de esta asociación civil, la cual lleva el manejo de los recursos, por ello es que hay que llegar a un acuerdo entre la presidencia municipal y quienes la dirigen.
“Tenemos una buena relación y comunicación y creo que sí podemos ofrecer unas opciones; parece que sí vamos a llegar a buenos acuerdos para beneficiar el repunte turístico en Mapimí y de los mismos visitantes”, aclaró la presidenta municipal.
El principal atractivo de esta parte del desierto lagunero es el magnetismo natural que se ejerce dentro de esta zona de aproximadamente 30 a 40 kilómetros a diámetro y se encuentra a poco más de dos horas de la cabecera municipal de Mapimí. Este fenómeno natural, aseguran que se debe a la caída de un meteorito hace muchos años.
La Zona del Silencio, es un área natural protegida a nivel mundial y se encuentra dentro de la Reserva de la Biósfera de Mapimí. En este lugar actualmente se están realizando recorridos especiales, se puede accesar al lugar sin ningún problema y hay personal que está capacitado para recibir a los visitantes.
Cuentan con guías especializados para estas visitas guiadas y para explicar a los turistas las cualidades de esta zona y de la Reserva de la Biósfera de Mapimí.
También hay otros servicios como cabañas para poder hospedarse y pasar la noche en el lugar, se tiene también restaurante y además la gente puede acampar y llevar todo lo necesario para esta experiencia. En la Sierra de Mapimí- se puede admirar desde varios puntos el Cerro de la India, el cual fue nombrado de esta manera, debido a que al contemplarlo, da la impresión de ser el perfil de un indígena.
Esta imagen y paisaje natural de gran belleza, se puede apreciar de cualquier punto, sin embargo, el rostro del indio o india al cual hace referencia su nombre es más fácil apreciarlo al entrar o salir de Mapimí y en algunos puntos dentro del pueblo, indicó José Ángel Ramírez, guía de turismo certificado.
RIQUEZA HISTÓRICA Y CULTURAL
En el Museo Municipal Benito Juárez, está guardada prácticamente toda la historia del pueblo de Mapimí, así como también la de la Mina y Puente de Ojuela; sus vestigios se encuentran en cada una de las habitaciones de lo que fuera una posada, en la cual incluso estuvo hospedado el Benemérito de las Américas, de ahí su nombre.
La historia que muestra este museo, data del siglo XVI, en el cual fueron descubiertas estas tierras y habitadas por los primeros pobladores. A un costado de la presidencia municipal y de la Plaza de Armas del Pueblo, se encuentra el Recinto a Hidalgo, lugar que encierra algunos capítulos importantes de la historia como la caída de Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez y el cura don Miguel Hidalgo y Costilla.
En este lugar que ahora muestra algunos vestigios del paso de Hidalgo por Mapimí, el cura de Dolores fue aprehendido junto con el resto y se mantuvieron en prisión durante varios días del año 1811, luego del encierro fueron separados y fusilados.
La Iglesia de Santiago Apóstol, alberga a la leyenda del Señor de Mapimí, una de las principales del pueblo que forman parte de su historia y que además es de las iglesias más conocidas a nivel nacional. Esta construcción fue edificada en el año de 1772 bajo un estilo gótico, con fachada de cantera labrada, que tiene detalles mudéjares; ya ha sufrido restauraciones y actualmente se hizo un remozamiento interior en una primera etapa, ya que posteriormente será totalmente restaurada de su fachada, puertas e interiores.
Acudir al templo no sólo es admirar una riqueza arquitectónica, sino conocer una leyenda mágica referente a un Cristo que es sumamente milagroso y emblemático para el pueblo.
