Focalizado. Aseguran que los jóvenes de bachillerato forman parte de un sector que padece la deserción escolar en mayor medida.
El fenómeno de la deserción escolar en el medio rural del estado de Durango tiene su origen en las tareas del campo en las que niños y adolescentes se ven obligados a participar debido a que es una costumbre ancestral, por lo que esta práctica es difícil erradicarla, aunque esto se percibe más actualmente en los niveles de secundaria y bachillerato, de acuerdo con Miguel Villanueva Ruano, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF).
Tras realizar la anterior reflexión a una semana de que inicie el ciclo escolar 2014-2015, el directivo precisó que la deserción escolar en secundaria y bachillerato obedece a que los jóvenes de esos niveles educativos sufren a esa edad una crisis de desorientación, por lo que es obligación de padres de familia, maestros y directores de escuelas, además de la Secretaría de Educación (SEED), atraerlos para que terminen sus estudios.
"Es fundamental inculcarles a los jóvenes la importancia que se tiene de contar con un certificado de estudios", ilustró.
Además explicó que es importante que los adolescentes y los jóvenes terminen un nivel de estudios (de primaria, secundaria, bachillerato y profesional), pero no para lucirlo, sino para actividades indispensables que se requieren en la vida diaria, como para efectuar operaciones matemáticas o leer una carta, y en su momento para conseguir un mejor trabajo de acuerdo con la preparación académica que se haya logrado concretar.
Sobre las estrategias que las autoridades educativas podrían implementar para reducir los índices de deserción escolar, consideró que ésta, además, es una labor que corresponde a los padres de familia desde el hogar, con incentivos, lo que se suma a las becas económicas que otorga la SEED.
