Combatientes talibanes lanzaron ataques en varias provincias afganas este miércoles, en el marco de su llamada ofensiva de primavera, dejando un saldo provisional de 13 personas muertas, entre ellas 12 policías, y varios heridos.
En la provincia nororiental de Badakhshan, un grupo de insurgentes atacó varios puestos de control de la policía en forma simultánea con un saldo preliminar de seis oficiales muertos, entre ellos un comandante.
En la oriental provincia de Laghman, milicianos disfrazados con las tradicionales burkas, traje de las mujeres, lanzaron un ataque contra una base perteneciente a la policía local , matando a cuatro agentes.
La semana pasada, los talibanes lanzaron su ofensiva anual de primavera en una nueva campaña de ataques a la policía afgana y a las fuerzas armadas, que retomaron el control total de la seguridad en el país ante la salida de las tropas internacionales.
Más tarde, una persona murió y otras 30 resultaron heridas, luego que se registró una explosión en la norteña provincia de Faryab, reportó el sitio afgano de noticias Khaama Press.
En la provincia oriental de Nangarhar, un atacante suicida se lanzó contra un complejo gubernamental donde al menos dos policías murieron y otros siete resultaron heridos.
Los informes preliminares indican que el gobernador de distrito también resultó herido tras la explosión.
En una declaración a los medios de comunicación, el Talibán se atribuyó la responsabilidad tanto de los ataques de Badakhshan como en Laghman.