Lapidación. Una familiar de la mujer lapidada llora la muerte, mientras el cuerpo es trasladado a un hospital. (ARCHIVO)
Una paquistaní embarazada fue asesinada a pedradas ayer martes por su propia familia afuera de una oficina de juzgados en la ciudad de Lahore por casarse con el hombre que amaba.
La mujer fue lapidada cuando se dirigía a la corte por un caso de secuestro que su familia presentó contra su esposo. Su padre fue arrestado de inmediato por el cargo de asesinato, dijo el investigador policiaco Rana Mujahid, quien agregó que las autoridades están trabajando para atrapar a todos los que participaron en este "crimen atroz".
Los matrimonios arreglados son la norma entre los paquistaníes conservadores y cientos de mujeres mueren cada año por los "asesinatos de honor" cometidos por sus propios esposos o familiares como castigo por supuestamente cometer adulterio y otras conductas sexuales rechazadas.
Sin embargo, las lapidaciones en público son extremadamente inusuales. El ataque de ayer martes sucedió frente a una multitud de testigos a plena luz del día. La oficina de juzgados se encuentra en una vía importante.
El oficial Naseem Butt identificó a la mujer asesinada como Farzana Parveen, de 25 años, y dijo que se casó con Mohammad Iqbal, de 45, contra la voluntad de su familia después de llevar años comprometidos.
Mohammad Azeem, el padre de ella, presentó un caso de secuestro contra Iqbal, que la pareja estaba apelando, dijo Mustafa Kharal, abogado de la fallecida, quien tenía tres meses de embarazo.
Unos 20 integrantes de la familia Parveen, incluyendo su padre y hermanos, estaban esperando afuera de la oficina de juzgados en Lahore. Cuando la pareja se encaminaba a la puerta principal, los familiares dispararon al aire y trataron de arrebatársela a Iqbal, relató el abogado.
Cuando ella opuso resistencia, su padre, hermanos y otros familiares comenzaron a golpearla y a lanzarle ladrillos que había de una construcción cercana.
Por su parte, el pasado 5 de mayo La Corte Penal de Abu Dabi ha condenado en primera instancia a una mujer asiática, de confesión musulmana y casada, a ser lapidada hasta la muerte por haber quedado embarazada en un acto de adulterio, informó una fuente judicial.
En aplicación de la "sharía" o ley islámica, el fallo se basa en la escuela islámica malaki, que estipula que en estos casos el embarazo de la mujer es una prueba irrefutable del adulterio.
La causa será remitida al Tribunal de Apelaciones, por lo que el proceso judicial puede prolongarse hasta dos años antes de concluir con una sentencia definitiva.
Según la fuente judicial, esta demora se debe a que la ley islámica tiene en cuenta cualquier detalle que pueda invalidar la aplicación de la pena.
La condenada, que trabajaba como empleada doméstica en un hogar emiratí, sintió molestias en el vientre y fue trasladada al hospital, donde comprobaron que estaba embarazada.
Estas sentencias a muerte por lapidación son infrecuentes en Emiratos Árabes Unidos, donde en los últimos años no se han aplicado.