'Las bondades' de lavarse las manos

Hasta un 80 por ciento de las enfermedades se pueden evitar mediante la sencilla práctica de lavarse las manos. El nulo o incorrecto aseo facilita la diseminación de gérmenes a otras personas o el contagio al tocarse heridas, nariz u ojos, o al llevar a la boca algún artículo contaminado.

Antonio Omar del Bosque González, especialista en epidemiología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que esta sencilla práctica es la medida más eficaz para evitar enfermedades gastrointestinales, respiratorias, dermatológicas y oftalmológicas, entre otras muchas.

Explica que el lavado de manos, aparentemente es una acción muy sencilla, pero reviste gran importancia.

"No hacerlo significa la adquisición de virus y bacterias que al entrar a nuestro cuerpo se convierten en enfermedades, que de no ser atendidas en tiempo, pueden significar serios problemas de salud", comenta.

A decir del especialista, la técnica correcta para lavar las manos -según los criterios médicos- consiste primero en humedecer, después aplicar jabón y frotar contando hasta veinte.

Además, se debe tallar el interior de los dedos, las uñas, el dorso de las manos y finalmente enjuagar.

Uno de los errores más comunes es que al efectuar el aseo las personas, se retiran reloj, anillos y joyas; no lavan estos artículos, ni los someten a aseo o desinfección, lo que ocasiona la acumulación de gérmenes.

"Es importante lavar también los anillos, el reloj y las pulseras, pues al estar en contacto con las extremidades fácilmente se contaminan y representan un mecanismo de diseminación de gérmenes".

Durante la temporada de calor es una forma de prevenir las enfermedades diarreicas y en temporada invernal las respiratorias, como la influenza estacional y la producida por la cepa AH1N1.