Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

Las dos caras del 'tapering'

Salvador Kalifa

El lunes de la semana pasada el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, declaró ante la cadena de televisión CNBC que el "tapering", esto es, el proceso por el cual la Reserva Federal (Fed) irá disminuyendo la compra de activos en el transcurso del año, es bueno para México.

Unos días antes el gobernador del Banco Central de Brasil había hecho una declaración similar en el sentido de que consideraba que el retiro de los estímulos era positivo para la economía global, para el comercio internacional y, en consecuencia, "para los mercados emergentes, incluido Brasil".

Si la desaparición paulatina del relajamiento cuantitativo es buena para todos, ¿por qué entonces hemos presenciado mucho nerviosismo financiero en los mercados emergentes, en particular México, que supuestamente saldrían beneficiados?

Para responder la pregunta anterior necesitamos evaluar las "dos caras" del "tapering". El secretario de Hacienda se refiere a una de ellas, cuando señala que la buena noticia es que ese retiro de estímulos es un indicador de que la economía estadounidense se está "realmente recuperando", sin requerir de apoyos extraordinarios.

Eso es bueno para México porque dicha recuperación será un aliciente para nuestra actividad económica, dados los estrechos vínculos de nuestra economía con la de Estados Unidos (EU). Habría, por tanto, una expansión de las exportaciones y, con ello, de la producción y el empleo en el país.

Hasta ahí todo va bien. El problema se presenta cuando vemos la otra cara del tapering, esto es, el efecto que tiene sobre las variables financieras en EU y el resto del mundo, esto es, sobre los flujos de capital, las tasas de interés y el precio del dólar.

Una mejora sostenida en la actividad económica en EU es una señal inequívoca de que está próximo un periodo largo de alzas de tasas de interés. El efecto más inmediato del "tapering" será sobre las de largo plazo, que pudieran elevarse algo en los próximos meses. Más adelante, quizá en 2015, la Fed comenzará a subir las de corto plazo, con pequeñas alzas en la tasa de fondos federales.

La previsión de mayores tasas de interés en EU se une a la pérdida de vigor en China y los problemas de Argentina, Venezuela y Turquía, para provocar un regreso de capitales hacia sus países de origen, en perjuicio de los mercados bursátiles y de las monedas de las naciones emergentes.

Esto explica, en gran medida, el descalabro bursátil y el alza en la cotización del dólar durante el mes pasado y los primeros días de este en nuestro país. Los movimientos en México no fueron tan bruscos como los registrados en otras naciones emergentes, como Argentina y Turquía, pero pusieron en evidencia que aun cuando somos vistos con buenos ojos por los analistas internos y externos, los inversionistas todavía nos consideran parte del "montón".

Los efectos negativos del "tapering" sobre nuestra economía no se limitan a una baja en el precio de las acciones y un alza en la cotización del dólar. El retiro de estímulos, como mencioné antes, es una señal de que cada vez está más cerca el alza de tasas de interés en EU y, por ende, en nuestro país.

Las mayores tasas tienen efectos negativos para México. Por un lado, se elevará el costo del crédito para las empresas privadas; y por el otro, se incrementará el gasto financiero del gobierno.

Esto último es muy importante, dado el incremento considerable de la deuda pública desde 2006, que aprovechó las atractivas condiciones en los mercados de crédito para financiar un creciente gasto público, que no se reflejó en el crecimiento del país.

En consecuencia, un alza de tasas puede traducirse, más adelante, en una pesadilla financiera para el gobierno, ya que tendrá un mayor déficit público con un incremento substancial y creciente de su gasto financiero. Esto se presentará a lo largo de varios años y complicará las finanzas del gobierno, que se verá obligado a reducir su gasto o, lo más probable, incrementar otra vez los impuestos.

En conclusión, la afirmación del secretario de Hacienda de que el "tapering" es bueno para México tiene tantos peros, que más vale dar el veredicto una vez que comparemos los beneficios para nuestro país de la mayor actividad económica estadounidense, con los costos asociados a la mayor volatilidad financiera y las crecientes complicaciones futuras en las finanzas públicas.

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 959802

elsiglo.mx