¡Qué momento tan difícil es el decir adiós a un ser querido! ¡Que me toquen las golondrinas…!", decía cantando Pedro Infante, aunque ahí hay un error, no necesariamente de Pedrito, sino de todos los mexicanos que hemos adoptado esa canción como tema de despedida: Las Golondrinas. En un instante se lo voy a aclarar, pero antes, déjeme decirle algo acerca de las palabras de despedida.
En primer lugar, los hispanohablantes tenemos el clásico ADIÓS que se creó como una forma rápida y concreta de encomendarte a Dios para que te vaya bien. Tanto fue así, que dicen que un grupo anticristiano creó el término AGUR para despedirse sin necesidad de encomendarte a Dios porque ellos no creen en él. Todavía hay quien usa el vocablo así o transformado en ABUR.
"Hasta luego", "hasta la vista", "ahí nos vemos", "hasta pronto", son algunas de las formas en que uno se despide en lenguaje cotidiano, aunque luego se ponen de moda expresiones como ¡chao!, que nos viene de Italia, o el "bay", que es una forma muy descompuesta del "good bye" de los anglo parlantes.
A veces, los "chavos" buscando originalidad recurren a formas más rebuscadas como la de "este osito de peluche se va para su estuche" o "este muñeco se les cambia de aparador".
Volviendo al tema musical, le diré que ahora nos hemos encontrado con que "Las golondrinas" no son "Las golondrinas", porque esa bella canción no se refiere a varias, sino a una sola golondrina, y ese es su nombre correcto: "La Golondrina".
¿A dónde irá veloz y fatigada la golondrina que de aquí se va? O si en el cielo se hallará extraviada sin paz ni abrigo y no lo encontrará…!
Toda la letra va refiriéndose a esta ave en singular, pero al pueblo le gustó para pluralizarla y así lo hizo. Lo que pasó entonces fue que la triste canción se empató con otra no menos bella que sí se refiere a las golondrinas en plural:
Vinieron en tardes serenas de estío cruzando los aires con vuelo veloz
Y en tibios aleros formaron sus nidos, sus nidos formaron piando de amor…
Entonces, el pueblo mismo estableció la diferencia llamándole a esta última "Las Golondrinas Yucatecas", porque según entiendo la canción es original de mi yuca-tocayo Ricardo Palmerín.
Finalmente, tenemos que entender que todo lo que empieza, en algún momento se tiene qué acabar, y eso es precisamente lo que está pasando con este comentario, así que me despido… ¡Sayonara!
Escríbale a Don Juan Recaredo:
La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Me encontré está palabra (parapático) en un libro de un psicoanalista. Es un desorden mental, pero ¿podría darme una definición exacta? Le agradeceré su ayuda. Soy Héctor Soto de León, Gto.
RESPUESTA:
Lo siento. No estamos en posibilidad de dar respuesta a preguntas sobre lenguaje especializado.
Frase de Woody Allen para terminar: El dinero es mejor que la pobreza, aunque sólo sea por razones económicas. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.