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Las Palabras Tienen la Palabra

Una sílaba lo cambia todo

JUAN RECAREDO

El Padre Matías Zapata tronó desde el púlpito contra el "pícaro insurgente José de San Martín", refiriéndose al general que fuera el iniciador de la guerra de independencia en Argentina.

El padre acusaba a San Martín de todo y decía que por su condición de hereje sólo podía llamársele Martín porque era el nombre de Lutero, que era entonces el máximo enemigo de la iglesia, pero que debía extirpársele la sílaba SAN porque era demasiado llamarle santo a un pillo como él.

Esto sucedió en Chancy, en el Perú en tiempos de las campañas iberoamericanas para independizarse de España. Cuando llegó a la población el general, fue enterado del sermón y de inmediato mandó traer a su presencia al sacerdote.

-¿Es cierto que usted me ha comparado con Lutero y que le ha quitado una sílaba a mi apellido?

-Sí, mi general -adujo el fraile muerto de miedo- pero era cumpliendo órdenes de mis superiores. Si usted lo desea, le devolveré la sílaba en mi próximo sermón-.

-No me devuelva nada -dijo el general- pero correspondo quitándole otra sílaba al suyo. Así que ya no se llamará usted Matías Zapata. Desde hoy, no es usted más que el Padre Pata ¡Y lo fusilo si se le ocurre firmar de otro modo!

Hasta 1823, en que Bolívar le devolvió el uso de la sílaba ZA, todos los documentos parroquiales llevaron la firma del padre "Fray Matías Pata".

Es una de las graciosas anécdotas en relación con los nombres personales que cuenta Josep M. Albaigés en su Enciclopedia de los Nombres Propios.

Cuenta también -a propósito de la fiebre del futbol- que durante el campeonato mundial de 1982, un fanático inglés de la localidad de Penarth, le impuso a su hija el nombre de Jeniffer… seguido de los nombres de sus veinte jugadores favoritos. Así, la pobre muchacha se suponía que debía cargar para toda su vida con el nombre de Jeniffer Pelé Jairzinho Rivelino Carlos Alberto Paulo César Breitner Cruyff Best y doce fubolísticos nombres más. ¡Imagínesela pasando lista de presentes en la escuela o tratando de sacar su pasaporte!

La broma le costó cara al sujeto, pues su mujer lo abandonó, llevándose a la chamaca para ir a un juzgado y cambiarle ese nombre por uno razonable y todavía después de eso, el tipejo comentó que le dolía más que le hayan cambiado el genial nombre a su hija, que el hecho de que su vieja lo haya dejado.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Jacqueline Centeno: Si yo digo uno de diciembre, se debe decir dos, tres, etc... Pero si yo digo primero de diciembre, se debe decir segundo de diciembre... Etc... O se puede combinar ambas, es decir... primero en vez de uno, y luego dos y no segundo, tres, etc.

RESPUESTA:

El decir uno o primero de diciembre no está regulado por la Academia. Usted puede decirlo como guste.

Termino con una frase que le atribuyen a Benjamín Franklin: Mantén tus ojos bien abiertos antes del matrimonio y medio cerrados después de él. (Así le habrá ido a Don Benjas). ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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