Cultura Cultura columnas editorial

Las Palabras tienen la Palabra

UN INSULTO DICE MÁS QUE MIL HALAGOS

Juan Recadero

Tonto, baboso, estúpido, infeliz… ¡cuántos insultos hay en nuestro léxico! ¡Cientos o tal vez miles! Desde los muy “light” como éstos con los que inicio el párrafo, hasta todos esos otros que estoy pensando pero que mejor no los anoto aquí porque pondrían un sello de mal gusto al comentario.

Hay tantas opciones de insulto en nuestro idioma, que el periodista español Pancracio Celdrán publicó un “Catálogo General de Insultos”, libro de más de 350 páginas llenas de palabras y expresiones que suelen usarse en sentido peyorativo. Lo peyorativo es lo que califica algo empobreciéndolo o empeorándolo. Peyorativo es lo que “pone peor”.

Nada más que en el libro de Celdrán se recogen los insultos que se usan en España y en muchos casos no coinciden con los nuestros o de plano, no los conocemos y ni siquiera los imaginamos.

Hay otros que sí, aunque no los usemos a diario como por ejemplo felón. El felón es un tipo traidor, alevoso o sea, ventajoso, pérfido, es decir falso y además desleal. Antiguamente se le llamaba follón, como lo encontramos en las narraciones cervantinas, “…que si pudiera subir o apearme, yo te hiciera vengado de manera que aquellos follones y malandrines se acordaran de la burla para siempre”.

Malandrín es un insulto especialmente cruel en su origen ya que parece referirse a un leproso, al menos es lo que se supone, porque malandria es un vocablo del bajo latín, y procede del griego melandrion que es una de las formas en que se llamaba a la terrible enfermedad de la lepra. Gandul es un sujeto holgazán, vago y ocioso, que rehúye el trabajo.

Nosotros definitivamente le aplicaríamos otro adjetivo más sonoro que se refiere al volumen de sus glándulas reproductoras y que es sinónimo de haragán, de holgazán y baquetón.

Mequetrefe es un entremetido, muy activo y bullicioso, pero que no sirve para nada. De pasadita déjeme decirle que el adjetivo entremetido puede usarse así o bien decir entrometido que es como nosotros más lo usamos.

Un gañán es un sujeto tosco y primitivo, que no sólo carece de modales sino que además “le vale” tenerlos (los modales). Al principio, allá en los siglos 16 y 17 no era un insulto. Simplemente era una forma de llamar al campesino. Cretino es estúpido y necio. Es curioso porque en sus orígenes significa cristiano, que era como se les llamaba a los tontos en la Suiza de habla francesa.

En fin, nosotros en México tenemos un insulto que abarca todo eso y más, del cual el Maestro Hermenegildo L. Torres hizo toda una filosofía para aceptar con humildad que somos limitados y a cada paso en nuestra vida cometemos tonterías.

Usted conoce la palabra. Empieza con pen y rima con conejo.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Cómo debe decirse “este agua” o “esta agua”?, pregunta Lourdes González de Zihuatanejo.

RESPUESTA:

Lo correcto es “esta agua”. Su confusión se debe seguramente a que se dice “el agua” y no “la agua”, pero hay que tomar en cuenta que aunque se le anteponga el artículo masculino el, el cambio es solamente por razones de pronunciación y agua es siempre un sustantivo femenino: esta agua, las aguas, etcéter.

Definición política para terminar: Candidato: Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres, con la promesa de defender a unos de los otros. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 988258

elsiglo.mx