Archivo. Ahí también están los objetos de Borges, Hemingway, y William Faulkner.
El legado del nobel de literatura Gabriel García Márquez es mucho más que unos documentos vendidos a la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, es un conjunto de ideales y una obra que le pertenece al mundo.
Así lo aseguró ayer el director general de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
"El legado es mucho más que unos papeles. Hay un legado de ideas.
"La fundación es parte de su legado, la escuela de cine de Cuba, el festival de cine de Cartagena con el que se comprometió tanto. Su propia obra literaria es un legado que queda para la gente", dijo en entrevista.
Así, lo que habría que hacer es "organizar y recuperar" esas ideas, las "lecciones de vida" que García Márquez, fallecido el pasado 17 de abril en la capital mexicana, dejó en sus 87 años de vida.
La pasada semana se conoció que el archivo personal de García Márquez, compuesto por manuscritos, notas, fotos y correspondencia, fue vendido por su familia a la Universidad de Texas y pasará a formar parte de la colección del Centro Harry Ransom de la universidad estadounidense.
Esa decisión suscitó polémica en su Colombia natal con declaraciones como la de la ministra de Cultura, Mariana Garcés, quien lamentó que esa colección no quede en el país que vio nacer al escritor.
En opinión de Abello, "se ha hecho un poquito de histeria" con este tema y "lo que pasa es que hay una especie de fetichismo con esos temas en todas partes, no sólo en Colombia o en México, sino en cualquier parte del mundo".
"Es un magnífico lugar, va a estar bien cuidado, se va a respetar la propiedad intelectual de los contenidos que no se transfiere".