Los actuales campeones del torneo van por el bicampeonato, según el jugador Rafael Márquez, 'el equipo sí sufrió un poco, pero a final de cuentas nos motivamos otra vez y estamos con la ilusión de defender el título'. (EFE)
Rafael Márquez es un futbolista con mentalidad de hierro, que nunca pierde la fe si todavía existen minutos por jugar. Lo demostró al guiar a un equipo que, hace tres semanas, parecía quedarse con las manos vacías.
Cuerpo técnico y jugadores del León apostaron a trascender en la Copa Libertadores, por lo que descuidaron el certamen local. El problema es que el Bolívar les echó en octavos de final, con sólo un duelo por celebrar en la fase regular del Clausura.
Necesitaban ganar en Tijuana y esperar una serie de combinación. Todo se dio y entraron a la "Fiesta Grande" del balompié nacional, donde los Panzas Verdes recuperaron la memoria futbolística.
'PELEA A MUERTE'
Márquez considera que la clave "es la calidad, la mentalidad. El equipo sí sufrió un poco, pero a final de cuentas nos motivamos otra vez y estamos con la ilusión de defender el título".
"Se hizo una buena semifinal desde el partido de ida y en la vuelta con mucho orden, además de bastantes llegadas", complementa. "Clasificamos y ahora pensamos en lo que sigue".
Que es la serie por el título frente al club que también pertenece al Grupo que maneja al actual campeón. Con 18 años como profesional, sabe que las suspicacias son inevitables, pero se une a las voces que garantizan un choque transparente.
"Sí es especial, pero los dos vamos a pelear a muerte para tratar de conseguir el título", presume. "(Será) complicado. (El Pachuca) es un equipo que también se encuentra en muy buen momento futbolístico, así es que va a estar difícil".
Reto que le ilusiona. Es parte de esa nueva vida que protagoniza desde que recibió aquella llamada telefónica a finales de 2012.
CONTENTO DE SU REGRESO
Cuando recibió aquella llamada telefónica con la propuesta del León, Rafael Márquez solicitó algunos minutos para meditarlo. Eran finales de 2012 y el capitán del Tricolor vivía en Nueva York. Aceptar significaría volver a México después de 13 años y medio de exitosa aventura en Francia, España y Estados Unidos.
Dijo "sí"… Y hoy está convencido de que fue lo correcto.
El jueves por la noche, los Panzas Verdes recibirán al Pachuca, en la ida de la final del Clausura 2014. El equipo dirigido por Gustavo Matosas busca ser el segundo bicampeón en la historia de los torneos cortos (Pumas, Clausura-Apertura 2004), con el "Káiser de Michoacán" como pieza clave.
"No me equivoqué en venir al León", sentencia el zaguero central. "Me encuentro muy contento de estar en esta institución, porque me ha dado una nueva vida y ahora no me queda más que disfrutar, aprovechar lo que Dios me está brindando".
Como futbolista del Red Bull de Nueva York, el tres veces mundialista no tenía un lugar asegurado en el representativo nacional. También eso le devolvió participar con los guanajuatenses. Hoy es el líder en el grupo que entrena Miguel Herrera, el hombre que portará el gafete en Brasil 2014.
POR EL CUARTO
Sus ojos se iluminan al imaginar su cuarto viaje al máximo evento futbolístico del orbe, pero no se deja traicionar por la ilusión y recuerda que el primer paso es dar la vuelta olímpica sobre el lienzo verde del Estadio Hidalgo.
"Lo más importante ahora es cuidarnos, mantenernos en este nivel y ojalá que se den las cosas", atina a decir y deja en claro que "aunque no la gane (final), la motivación que tengo de ir al Mundial es intocable".