Con fracturas múltiples en brazos, piernas, cabeza y columna, entre otras lesiones, una veintena de sobrevivientes recordó el accidente que también terminó con la vida de 19 pasajeros, que viajaban en un camión de la línea México-Tacuba Huixquilucan, cuyo chofer sigue prófugo y de lo que la empresa camionera cumple a cuentagotas con el pago de daños.
En el kilómetro 14.5 de la carretera Naucalpan-Toluca, el 4 de octubre al cumplirse un año del siniestro, familiares de los 19 personas que perdieron la vida y una veintena de sobrevivientes colocaron una cruz blanca, rodeada de flores, en el sitio de la volcadura donde el camión en el que viajaban cayó a unos 40 metros de profundidad, modificando la vida de 40 familias.
El chofer del camión con placas 734-155-J de la línea México-Tacuba -Huixquilucan, continúa prófugo, informaron fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
El secretario del Transporte del Estado de México, Isidro Pastor Medrano, informó que retiró esta concesión a la empresa México-Tacuba-Huixquilucan y reiteró que las más de 160 mil unidades de transporte público de pasajeros de esta entidad, entre taxis, camiones y camionetas, están obligadas a contar con un seguro de viajero, que cubra daños en caso de accidente.
La Procuraduría General de Justicia mexiquense, mantiene una investigación abierta por este accidente, cuyo balance de pago de daños está pendiente.
A un año de la volcadura, Félix Hernández aún no puede caminar, perdió la vista de un ojo y con el apoyo de su madre María Francisca y de su hermana Laura, volvió a aprender a comer por sí mismo y a recuperar casi de forma milagrosa la movilidad de sus brazos y piernas, luego de que el primero de diciembre de 2013, médicos del IMSS se lo entregaron inmóvil a su padre, pues "ya no podían hacer nada por él, me lo dan casi casi, para que muera en mi casa", relató con lágrimas, en ese momento su progenitor, quien también se llama Félix, al llegar con su hijo semiinconsciente a lo profundo de una barranca boscosa de San Francisco Chimalpa .
"Ya está empezando a caminar", con una andadera prestada por un vecino, señala Francisca, quien junto con su hija se han dedicado a atender a Félix luego de que permaneció en coma e inmóvil por varios meses.
Hijo de padre náhuatl y madre otomí, Félix ahora de 27 años, empezó primero a balbucear los nombres de "Laura" y de su "Ma", poco a poco logró controlar el movimiento de sus manos para poder comer solo y ahora empieza a mover sus piernas intentando caminar.
El joven aún no logra terminar los trámites para obtener una pensión como trabajador del IMSS y la línea camionera cada semana "nos entrega una ayuda similar a la del salario que tenía Félix, la que hay veces que dicen que no tienen y tengo que volver, sin considerar que ir a Cuatro Caminos representa gastar dinero para los camiones que no tenemos", lamentó Laura.
Cómo Félix otros pasajeros quedaron con lesiones en diversas partes del cuerpo y que hasta la fecha no han logrado obtener una cobertura del pago de daños, además de que se quedaron sin empleo, ni pensión, pues la mayoría son trabajadores de la construcción que laboraban por su cuenta o empleadas de residencias, donde realizaban labores de limpieza.
