Cerca de millón y medio de desplazados han llegado a Líbano desde Siria. (EFE)
El primer ministro del Líbano, Tamman Salam, afirmó hoy que la comunidad internacional debe ayudar a su país para superar el "desastre nacional" que representa la llegada de cerca de millón y medio de desplazados desde Siria.
"Esta enorme carga no puede ser llevada por un solo país, no importa lo grande que sea", afirmó Salam al dirigirse hoy a la Asamblea General de la ONU.
"Es una gran crisis regional que la comunidad internacional debe compartir con el Líbano", agregó.
Dijo que el conflicto armado en la vecina Siria, que estalló en 2011, ha expulsado hacia el Líbano una cantidad de refugiados que equivale a la tercera parte a la población total libanesa.
Y, al equipararlo con la población de Estados Unidos, sostuvo que equivaldría a "cien millones de personas entrando masivamente" a este país y desperdigándose en ciudades, escuelas y parques.
Este número de desplazados sirios ha generado una "insoportable carga" económica, humanitaria y social para el Líbano y ha causado, por ejemplo, que su crecimiento económico haya caído hasta casi cero, añadió.
"La realidad es que, para nosotros, es un desastre nacional", agregó.
Este tema fue abordado hoy por Salam con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien le expresó su compromiso de seguir ayudando al Líbano a lidiar con las "drásticas" consecuencias del conflicto sirio, según fuentes oficiales estadounidenses.
En su exposición ante la Asamblea General de la ONU, Salam reiteró la preocupación del Gobierno de Beirut por la "unidad, soberanía, independencia e integridad territorial" de Siria.
También dijo que las autoridades libanesas mantienen el principio de "autodistanciamiento" respecto a los conflictos de sus vecinos para proteger a su propia nación.