Obama dijo que la magnitud de la crisis humanitaria que vive esa naciente nación está siendo sentida tanto en la devastación que la violencia ha dejado en pueblos y villas “y las cicatrices en los sudaneses, visibles e invisibles”. (ARCHIVO)
El presidente Barack Obama apeló hoy a los líderes de Sudán del Sur a poner fin al sangriento conflicto interno, que ha dejado miles de muertos y una crisis humanitaria derivada del desplazamiento de más de 1.5 millones de personas.
“Está en sus manos poner fin al ciclo de violencia, sentar un rumbo para reformas y la reconciliación y para hacer que los responsables de atrocidades rinda cuentas”, dijo en una declaración difundida a propósito del primer aniversario del inicio de este conflicto.
El llamado pareció estar dirigido tanto al presidente Salva Kiir como al exvicepresidente Reik Machar, enfrascados desde el año pasado en conflicto interno desatado tras la crisis política que resultó en la separación del segundo del gobierno en medio de acusaciones de un complot contra su vida.
Obama dijo que la magnitud de la crisis humanitaria que vive esa naciente nación está siendo sentida tanto en la devastación que la violencia ha dejado en pueblos y villas “y las cicatrices en los sudaneses, visibles e invisibles”.
“El día de hoy apelo a los líderes de Sudán del Sur a buscar la paz como una manera para honrar a aquellos que han muerto”, agregó.
En agosto pasado, la administración Obama anunció la asignación de 180 millones de dólares en ayuda humanitaria para proveer alimentos en Sudán del Sur y paliar el espectro de la hambruna que amenaza a un tercio de su población.
La partida se sumó a los más de 456 millones de dólares en asistencia humanitaria que Estados Unidos había destinado hasta entonces a esa nación.
Agencias de la ONU indicaron meses atrás que cerca de 50 mil niños en Sudán del Sur corrían el riesgo de morir por inanición si la comunidad internacional no acelera la ayuda que provee a ese país africano.
Tanto el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estimaron que cerca de un millón de niños menores de cinco años requerían tratamiento urgente por sufrir de desnutrición aguda.