Rechazo. Manifestantes se enfrentan a la Policía en Venezuela. Protestan por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Los grupos opositores venezolano llamaron a crear comandos o movimientos populares para multiplicar los mensajes que exigen cambios y soluciones al gobierno del presidente Nicolás Maduro, mientras cientos de manifestantes, en una nueva jornada de protestas, llevaron un documento a la OEA para pedir que analice la situación por la que atraviesa el país.
La propuesta del líder opositor Henrique Capriles también tiene la meta de difundir el mensaje de que el país necesita cambios luego de 15 años bajo los principios socialistas de la denominada revolución bolivariana creada por el fallecido presidente Chávez.
Más de mil personas, en su mayoría universitarios y vecinos de zonas de clase media, se manifestaron ayer lunes en un plaza y marcharon con una bandera venezolana gigante para entregar en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) un documento en el que piden que se convoque una reunión para analizar la situación del país y nombre una comisión que lo visite y verifique las denuncias de represión y torturas contra los manifestantes.
Alfredo Romero, director de la organización civil Foro Penal, había insistido el domingo que ese grupo tiene documentados 33 casos de tortura a los arrestados durante las protestas.
"Estamos de luto", coreaban los cientos de manifestantes. "Los carnavales no se fueron, pero los problemas tampoco", dijo a Mariana Cover, una estudiante de Biología de 24 años. Algunos manifestantes estaban disfrazados de productos básicos, como leche y harina, que escasean desde finales del año pasado.
"Estos productos son los más buscados y todos tenemos que hacer una larga cola" para adquirirlos, dijo Miguel Romero, vestido de litro de leche. El canciller Elías Jaua aseguró ayer lunes en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra que hay "una campaña internacional de mentiras y falsedades que presentan hoy a nuestra patria en situación de caos y guerra civil".
"Han pretendido ver en el país un caos generalizado, represión discriminada y desproporcionada para así justificar la intervención extranjera en los asuntos internos", insistió el diplomático. Explicó que aunque el gobierno respalda el derecho a las protestas, ese derecho "no es absoluto", sino que está condicionado a que las manifestaciones sean pacíficas. Por segunda noche consecutiva, la Guardia Nacional dispersó con gases lacrimógenos y balas de goma a un grupo de manifestantes, mucho de ellos encapuchados, concentrados en el Parque Francia, en la zona residencial de Altamira, en el municipio Chacao, gobernado por la oposición. Los manifestantes quemaron un muñeco que representaba al presidente Maduro. La propuesta de Capriles de crear "comandos de defensa del pueblo" busca "dejar a un lado la agenda política y de violencia en la que quiere meternos el gobierno, para concentrarnos en los problemas sociales", indicó el opositor en Twitter y en su blog.
Los enfrentamientos entre manifestantes y la Guardia Nacional han dejado las últimas cuatro semanas 18 muertos y más de 260 heridos. Según el Foro Penal, 970 personas han sido detenidas, de las cuales sólo 34 siguen tras las rejas.
Capriles, del partido Primero Justicia, rechazó participar la semana pasada de la denominada conferencia de paz organizada por Maduro a fin de buscar soluciones a las demandas de los manifestantes. Consideró que el gobierno no mostraba una voluntad clara de fomentar la paz porque, dijo, la Guarda Nacional reprime las protestas.
Culto a Chávez no corresponde a crisis
Un año después de la muerte de Hugo Chávez, decenas de dolientes visitan diariamente su mausoleo en la cima de una ladera desde donde se puede ver el centro de Caracas. Allí, en los cuarteles militares de hace un siglo, donde Hugo Chávez encabezó una intentona golpista en 1992, los restos del "Comandante" descansan en una tumba de mármol flanqueada por soldados en uniforme de húsar que gustaba al héroe de la independencia Simón Bolívar. Entre ellos, una chaqueta ajustada adornada con una trenza dorada y un sombrero negro alto con correa al mentón. "Todos los días le pido a Dios que cuide el alma de Chávez", dijo Raimundo Villanueva, quien viajó cinco horas en autobús desde el poblado de Anaco, al noreste del país, para rendir su afligido tributo. Agregó que el exmandatario lo fue todo para él, pues fue su "hermano, tío, amigo y camarada". Tal devoción ha sido una fuerza crucial, pero cada vez menor, para el sucesor escogido por Chávez, el presidente Nicolás Maduro.