Cruz Azul logró la ventaja del gol de visita al empatar anoche ante los esmeraldas de León 1-1 en el juego de ida de cuartos de final. (Jam Media)
Cruz Azul salió vivo de la casa de La Fiera.
El campeón y el que aspira a destronarlo empataron ayer 1-1 en el Nou Camp.
Ya fuera por las atajadas de Jesús Corona a disparos de Franco Arizala, Carlos Peña y Mauro Boselli o las salvadas casi en la línea por parte de Fausto Pinto y Julio Domínguez, pero el líder sigue con vida y hasta con ventaja de cara a la vuelta en el Azul.
La Máquina sólo disfrutó los primeros cinco minutos. En Cuartos del Apertura 2012, Mariano Pavone fue expulsado, víctima de la frustración por la derrota contra León. Ayer, fue él quien con un cabezazo, tras centro de Rogelio Chávez, marcó ese gol de visitante del que tanto hablaron en la víspera.
Pero el León jugó, como antes, a mil revoluciones. Comenzó por morder a Cruz Azul, por hacer de los contenciones rivales meros velocistas que iban de un lado a otro sin recuperar el balón, mientras Arizala le ganaba cada mano a mano a su compatriota colombiano Luis Amaranto Perea.
Era tal la presión que hasta Jesús Corona cayó en imprecisiones al despejar mal en tres ocasiones. El portero lo compensó con sus atajadas a los disparos de Peña, Arizala, Montes y Boselli.
No fue casualidad que al medio tiempo los contenciones cruzazulinos recibieran indicaciones. Gerardo Torrado de parte del suplente Christian Giménez, y Alejandro Castro de Mauro Formica.
El León, que arañó el último boleto a la Liguilla y ya sin Libertadores, estaba convencido de dar el zarpazo para jugar una vuelta mucho más cómoda, mientras su rival corría y corría sin el balón.
Los visitantes utilizaron la falta como sistema ya cuando habían extraviado las virtudes que los condujeron al liderato, al título de la Concacaf y hasta a la condición de favorito en la Liguilla en las encuestas.