Atlético alcanzó las semifinales por primera vez desde 1974 eliminando al Barça, clasificado entre los cuatro primeros en las seis ediciones previas.
El equipo de moda en Europa por su brillante pase a semifinales de la Liga de Campeones el miércoles, el Atlético de Madrid, vuelve el fin de semana a vestirse de obrero con el objetivo de acabar su otra gran obra: el asalto a la Liga española.
El plantel que dirige el argentino Diego Simeone es líder por escaso margen sobre Barcelona y Real Madrid cuando restan apenas seis fechas para la conclusión del campeonato, y aspira a sentarse en el trono que ambos rivales se han alternado los últimos nueve años.
Campeón por última vez en 1997, cuando Simeone ejercía de cacique sobre la cancha, el Atlético manda actualmente con 79 puntos en 32 fechas disputadas y hoy aspira a cosechar tres unidades más en cancha del vecino Getafe, equipo en caída libre, amenazado por el descenso a la Segunda División.
El Barça de su compatriota Gerardo Martino, segundo con 78 puntos, también visita a un club en apuros como el Granada, mientras que el tercer clasificado Madrid, que acumula 76 unidades, recibe a otro implicado en la lucha por la permanencia: el Almería, actual penúltimo.
El Atlético tiene motivos para afrontar con entereza el sprint final del campeonato, no sólo por su condición de puntero, sino porque ha salido vencedor de sus duelos directos con Barça y Madrid y es el que mejor tono vital exhibió en los cuartos de final de la Champions disputados entre semana.