El comer y el beber siempre están de actualidad. A cada uno de nosotros, sólo nos preocupa si hemos disfrutado o no la comida. Pocos platos tienen un "inventor" al que erigir un monumento, en mi exclusiva opinión, la pasta es uno de los manjares más gratificantes, nutritivos y deliciosos que hay; cualquiera puede elaborar un delicioso plato de pasta (spaghetti, linguini, macarrones, ravioles, tortellini, lasagna, farfalle, etc.) sin importar sus diversas formas (porque hay unas que ni siquiera conocemos aquí en México).
Acerca de la invención de la pasta alimenticia, se ha debatido desde siempre, llegando muchas veces hasta la discusión, sobre todo en Italia.
Si consideramos a la masa de la pasta como algo deforme y sin moldear, se convierte en sinónimo de "modelación". Etimológicamente, esta palabra proviene de la alemana teig (pasta o masa). La historia sobre que fue el veneciano Marco Polo quien introdujo e hizo popular en Italia la elaboración en sus viajes a China, se queda de mera anécdota. Hay que tener en cuenta que este aventurero escribió su diario de viajes en el año 1298, en la cárcel de Génova, y que éste no alcanzó una amplia divulgación hasta la invención de la imprenta, a finales del Siglo XV. Por estas fechas, la pasta ya se comía masivamente en el sur de Italia como maccheroni (macarrones), así llamadas en Nápoles y en Sicilia todas las pastas sin distinción de formas. Comparada con el pan de levadura, era una invención milagrosa.
El show de los espaguetis
Los Lazzaroni de Nápoles, un grupo de ladrones, se alimentaba principalmente de pasta. El efecto teatral también jugaba algo importante, ya que hasta el Siglo XVI no se empezarían a usar cubiertos, sobre todo los tenedores. Estas largas pastas se tomaban con las manos, se echaba la cabeza hacia atrás y se dejaban deslizar dentro de la boca, muchas veces no se masticaban y se tragaban directamente. Tal ritual artístico encajaba perfectamente, sin duda, con el carácter de aquellas gentes.
Si fue en China o Arabia (por el pan plano) o Italia, no cabe duda que la pasta es y seguirá siendo de lo más rico, sencillo y nutritivo para comer.
Una de mis recetas favoritas (tantas que veremos) es el delicioso espagueti a la carbonara.
LA RECETA: Espagueti a la Carbonara
(6 porciones)500 g. de espagueti (recomiendo el de marca barilla)
1 / 2 barrita de mantequilla
100 ml. de aceite de oliva
300 g. de tocino
1 / 2 litro de crema espesa
1 / 4 de cebolla (picada finamente)
3 yemas de huevo (batidas)
250 g. de queso parmesano rallado
Perejil picado c/s
Pimienta c/s
Sal c/s
Contenido Nutrimental
Energía 666,00 Kcal.
Proteína 17,90 g.
Hidratos carbono 59. 30 g
Fibra g
1.- C/N: Cantidad Necesaria
PROCEDIMIENTO
En una olla con suficiente agua y un puño de sal, se cocen los espaguetis al dente (esto es cuando al morderlos están suaves por dentro y duritos por dentro).
Mientras se cocen, en una sartén, se añade aceite de olivo y la mantequilla; inmediatamente, la cebolla, el tocino y se sofríe, sin que el tocino quede dorado, se añade la crema y se revuelve muy bien. Se le añaden las yemas sin dejar de revolver rápidamente para que no se cosan, y por último, se añade el queso y se sazona con pimienta y sal (debemos tener cuidado con la sal porque el queso es salado).
PRESENTACIÓN
Se sirve una porción y se decora con el perejil rallado.
Como entrada, o para acompañar cualquier platillo.
MARIDAJE
Una copa de vino rosado, blanco o tinto.
duranflorencia@gmail.com