Continuando con nuestro viaje por la hermosa Italia y su cocina, en gran parte Mediterránea, llegamos a Sorrento. Parece ser que el nombre "Surrentum" proviene del mito de las Sirenas, criaturas marinas mitad mujeres y mitad peces, que hechizaban a los marineros con su canto llevándoles hacia el naufragio. Como cuenta la Odisea, Ulises logró escapar de sus encantos tapando los oídos de sus compañeros con tapones de cera y atándose al palo mayor del barco. Cuenta la leyenda que las Sirenas, humilladas por Ulises, se transformaron en los acantilados hoy llamados Li Galli, que se sitúan frente a Positano.
Se cree que Sorrento fue fundada por los Fenicios, convirtiéndose más tarde en una colonia griega y después romana. Se rebeló en repetidas ocasiones contra la dominación de Roma aunque, en la edad imperial, se convirtió en la residencia preferida de los patricios romanos. Pero dejemos la historia un poco, me pareció interesante mencionar está mágica historia que tiene mucho que ver con nuestra deliciosa receta, Lingüini a la Sorrentina, pero sobre todo, con nuestro ingrediente estrella… el tomate.
Los tomates que están relacionados con la cocina italiana, en realidad son originarios de América. El primer tipo de tomate cultivado se considera que fue el más pequeño: el tomate cherry o miniatura. De acuerdo con Andrew F. Smith (del libro El tomate en América), probablemente el tomate se originó en las partes altas de la costa occidental de América del sur. Hay otra teoría que dice que el tomate, de la misma manera que la palabra "tomate", viene del náhuatl "tomatl", se originaron en México, donde aparentemente uno de los dos tipos de tomate más antiguos prosperó. Es posible que la domesticación se diera en ambas regiones por separado. Muchos creen que el tomate no fue cultivado en América del Sur, sino en México, supuestamente porque los Mexicas, el imperio predominante, fueron intrigados por esta fruta, ya que se parecía el tomate verde, uno de sus principales productos en la cocina autóctona.
Los conquistadores españoles que vinieron a México, poco después del descubrimiento del Nuevo Mundo, exportaron tomates y llevaron algunas semillas a España, iniciando la introducción del tomate en Europa.
Aunque el uso de tomates se extendió por toda Europa y se abrió paso a Italia antes del Siglo XVI, originalmente no era una comida muy popular, ya que muchas personas creían que era venenoso (porque era miembro de la mortal familia de los Nightshade). En realidad, estaban cerca de la verdad, las hojas de la planta de tomate, pero no sus frutos, contienen alcaloides tóxicos. Debido a esta creencia, en varios países europeos los tomates fueron cultivados a menudo como una planta de jardín ornamental, no como comida. El tomate, así como la pasta, tienen una relación intrínseca en la comida italiana, y es muy importante mencionar que los italianos elaboran sus propias salsas (no usan puré de tomate), escalfan los tomates (quitan la piel y semillas) o los deshidratan para elaborar sus deliciosas salsas. He aquí una de mis recetas preferidas, hecha a la usanza con tomates escalfados, con una textura muy agradable y un ligero sabor dulzón, muy equilibrado con lo salado, característico y muy del agrado de los comensales.
Me despido de "Los sabores de Fiore", "Cocinando con historia", y como siempre les deseo, un buen provecho. La comida se disfruta aún más junto a una buena compañía.
Les comunico que ahora firmo como chef, pues he concluido mis estudios de ésta mi segunda carrera… Gracias.
duranflorencia@gmail.com
LA RECETA
LINGÜINI A LA SORRENTINIngredientes:
500 g. de pasta lingüini (o espagueti)
600 g. de tomate (pelado y sin
semillas, picado en cuadritos)
100 ml. de aceite de oliva
4 dientes de ajo (picados)
300 g. de queso mozzarella en cubitos
Albahaca fresca c/s
Pimienta c/s
Sal c/s
2 cucharaditas de azúcar
Contenido Nutrimental
Aporte por ración
Energía 521.00 Kcal.
Proteína 15.10 g.
Hidratos carbono 73.50 g.
Fibra 5.70 g.
Grasa total 17.20 g.
Colesterol 30.30 mg.
Presentación:
Como entrada, pasta, arriba salsa y cubitos
de queso mozzarella y hojitas de albahaca.
Procedimiento:
Se cuece la pasta en abundante agua con sal; mientras, en una sartén con aceite de oliva, se fríe el ajo teniendo cuidado de no quemarse, se añade el tomate previamente cortado en cubitos ya sin piel y semillas y se deja unos 5 minutos más. En este punto, se pone un poco de albahaca picada al gusto, pero unas 20 hojitas quedarían muy bien; dejamos unos dos minutos, salpimentamos y añadimos las dos cucharaditas de azúcar, dejamos dos minutos más y listo. Cuando vamos a servir la pasta, debe de estar muy caliente, se añade la salsa, y arriba de la salsa,cubitos de queso mozzarella al gusto; éstos se derriten un poco y el sabor combinado con todo ese tomate, el ajo y la albahaca, es explosivo.
Maridaje:
Un buen vino cepa cabernet sauvignon, con sus taninos fuertes y el dulzón de la pasta, lo hace un buen maridaje.
C/N: Cantidad Necesaria