Lo prometido es deuda, en el artículo pasado hablamos de las soletas o savoiardi, unas deliciosas y ligeras galletas planas las cuales forman una parte primordial de este gran postre frío, el tiramisú. Elegí esta receta para esta ocasión, porque es Semana Santa, y aparte de todo el tiempo que tenemos por las vacaciones, es un postre que podemos hacer en compañía de la familia y que les aseguro vamos a saborear todo el día, pero primero la historia… Son dos las regiones italianas que reclaman el origen del tiramisú: La Toscana y Venetto, específicamente su capital Venecia. Cuenta la historia que el Tiramisú vio la luz hacia finales del Siglo XVII, durante el reinado de Cosme (o Cosimo) III de Medici, Duque de Toscana, quien asumió el poder tras la muerte de su padre Fernando II. Casado por obligación con Margarita Luisa de Orleans, prima del rey Luis XIV de Francia y separado de ella en 1672. Esta separación generó un profundo dolor en el gobernante. Durante la visita del Duque al palacio de Siena, provincia de La Toscana, los nobles ordenaron a los cocineros reales a preparar un plato que simbolizara la grandeza de su espíritu y la justicia de su gobierno, en honor a Cosme III; a fin de levantar los ánimos del duque, por su reciente separación. Los fastuosos platillos fueron presentados ante su excelencia, uno de ellos, un postre, llamó mucho su atención, por ser muy convencional para la época y su sabor era exquisito aunque con contrastes. El duque maravillado por tal presentación le preguntó al cocinero cuál fue su fuente de inspiración. Éste le respondió: "tiene la característica de único y grandioso como su merced, con un poco de amargo como su pena, por eso está coronado de chocolate para alegrar su larga y recordada vida". Finalmente, por su textura de bizcocho humedecida era llamado la "sopa del duque", razón por la que quizás su relación con el tiramisú de nuestros tiempos no estuvo muy clara cuando fue redescubierto por los años 50→ s del siglo pasado. Con la muerte de Cosme III, la noble receta llegó a la corte de Florencia, lugar de intercambio cultural entre intelectuales y artistas procedentes de toda Italia y Europa entera. Fue así que la "sopa del duque" se hizo famosa. Se convirtió en el dulce favorito de los cortesanos, quienes consumían abundantes porciones de "la sopa del duque" antes de cada encuentro amoroso, porque le atribuían propiedades excitantes y afrodisíacas. Ésta es la razón por la cual la "zuppa del duca" cambió de nombre y tomó aquel más alusivo de "ti ra mi su", que en italiano literalmente significa "tírame arriba" cuya expresión popular para nuestros días sería "súbeme el ánimo". Para finales de la II Guerra Mundial y con Italia recuperada del dominio nazi, el tiramisú reapareció en medio de las casas de mujeres galantes que eran visitados por las tropas aliadas. Por esa época, éstas contaban con cocinas equipadas y expertos cocineros que atendían con beneplácito a sus visitantes. Una cortesía arraigada, era entregar a cada visitante antes del encuentro amoroso, una porción de tiramisú, que según la tradición antes narrada, era un afrodisiaco que prolongaría la potencia masculina y la haría más placentera. Recientemente, en un sondeo de opinión realizado por una reconocida encuestadora en Italia y Francia dio como resultado que el postre más popular era el Tiramisú.
He aquí la receta.
La receta: Tiramisú 6 Ó 7 personas
Ingredientes
*500 g. de queso mascarpone (si no se encuentra el queso mascarpone, usar queso crema mezclado con crema montada a 3 / 4, o sea, batida hasta que eleve a la mitad su volumen)
*80 g. de azúcar
*4 huevos
*250 g. de soletas
*1 taza de café expresso
*1 vaso de vino marsala u oporto
*Cacao amargo en polvo c/s
*Láminas delgadas de chocolate para fundir
Procedimiento
Se separan las claras de las yemas. En una batidora se baten las yemas con el azúcar que se acremen muy bien poniéndose blancas. En un bowl se pone el mascarpone y se trabaja hasta que se vuelva una crema suave sin grumos, se une el queso mascarpone con las yemas y se mezcla muy bien. Se levantan las claras a punto de nieve y se mezclan en forma envolvente con la mezcla de marscarpone y la crema de huevo (yemas). Mezclar el vino marsala u oporto con 2 cucharaditas de agua con el café y sumergir las soletas o savoiardi y bañarlas bien, teniendo cuidado de que no se deshagan. Forrar un refractario con papel plástico y poner una capa de soletas, cubrir con crema, volver a poner una capa de soletas y cubrir con la crema, y continuar hasta que se formen 3 capas, dejando una buena porción para decorar, al final se espolvorea con el cacao y se esparcen las hojas o láminas de chocolate. Se mete al refrigerador durante 6 horas. Este postre queda como pastel y se puede hacer desde un día antes.
Contenido Nutrimental
Por cada 100 g.
* Calorías: 205 Kcal
* Proteínas: 4.90 g.
* Grasas: 8.90 g.
* Colesterol: 0.00 mg.
* Carbohidratos: 26.20 g.
* Fibra dietética: 0.80 g.
Presentación: Como postre.
Maridaje: Con vino blanco (cepa) chardonnay.
Me despido de "Los sabores de Fiore", "Cocinando con historia", y como siempre, les deseo un buen provecho. La comida se disfruta aún más junto a una buena compañía. Los espero en mi página de Facebook de Los sabores de Fiore, donde encontrarán más recetas y tips de cocina.
duranflorencia@gmail.com