Que el secretario de Hacienda reconozca que enero fue un mes de incipiente recuperación económica, y que insista que aún es prematuro hacer alguna modificación en los pronóstico del PIB, no tiene precio... pero lo que sí tiene costo es que se le vaya ocurrir mover los pronósticos hasta el final del sexenio o que se acabe el país, lo que llegue primero.
Y es que en las últimas semanas las expectativas de crecimiento han venido a la baja fundamentalmente porque la demanda interna no ha podido reactivarse debido a los pobres resultado que han generado las reformas estructurales como la financiera o la laboral.
También la caída en las expectativas se debe a que el sector de la construcción ha sido seriamente golpeado: durante muchos años fue un sector estratégico para la economía nacional justo hasta 2013, año en que entraría en una severa crisis de la cual no ha podido recuperarse, y desde ese entonces México no tiene una actividad económica que sustituya a la construcción como motor de crecimiento.
Otro factor que inhibe la recuperación es la lentitud con la que crece el empleo, y es que la mejora en la actividad económica no se ha visto reflejada en materia de más empleos, pues el crecimiento en los últimos 12 meses es equivalente a apenas el 2.7%.
Que el gobernador del Banco Central diga que la cifra de 3.89% en inflación fue muy buena, y diga también que los efectos distorsionantes que afectaron la inflación a finales de diciembre y enero se vengan diluyendo, no tiene precio…pero lo que sí tiene precio (en tu salario por supuesto) es que se le olvide mencionar que la inflación no subyacente anual en febrero de 2014 llegó hasta el 8.28% y la inflación en energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 'nomás' llegará hasta el 10.12% al cierre de febrero del presente año.
Si bien es cierto que la inflación volverá a los niveles objetivo del Banxico de 3 por ciento más menos uno por ciento para finales del 2014 el incremento en precios de meses pasados ya no tiene reversa. Esta inflación ya se cargó al costo de la vida de la población que "menos tiene, de la que medio tiene y de la que pide fiado para tener".
El hecho de que, como dijo Carstens, se diluyan los efectos de la reforma fiscal, el alza de precios y tarifas públicas que nos recetaron a inicios del año, estos efectos ya están impactando directamente el bolsillo de la población; así el 'descontón' que recibieron los clasemedieros y pequeños empresarios en enero ya se están traduciendo en una reducción en el consumo.
Recapitulando, las últimas declaraciones de los "hacedores de políticas económicas" en este país concretamente de los responsables de las políticas fiscales y políticas monetarias, respectivamente, hacen referencia al funcionamiento de los objetivos macroeconómicos que debe seguir el país en materia de crecimiento, empleo e inflación.
Y queda claro que el actual gobierno tiene el mismo objetivo que desde hace más de 25 años se ha utilizado en México, que es el control de la inflación, sacrificando con esto la generación de empleos y el crecimiento económico.
Por lo que la manera de mejorar la actividad económica de nuestro país se cimentará en el mercado externo una vez más. Para esto debemos recordar los números que en materia de comercio exterior nuestro país presentó, y de acuerdo al informe de enero de Proméxico al tercer trimestre del año pasado la Inversión Extranjera Directa se situaba en 28 mil millones de dólares muy por encima de los 15 mil millones de dólares reportados en 2012, sin embargo, este incremento tan importante en la IED depende casi en su totalidad de la compra de Anheuser-Busch InBev de Grupo Modelo, y no porque Bélgica se haya enamorado repentinamente de nuestro país y decidiera de un momento a otro incrementar de 2 millones de dólares su inversión a los 13 mil millones de dólares su inversión en 2013.
Además estas cifras nos hablan que la contribución del IED, proveniente de Estados Unidos, al total del indicador pasó de un 45% en promedio que se venía registrando en los últimos seis años a tan sólo una aportación del 28% del total de la IED en este último año que terminó.
'Así-así' como muy motivados los gringos por invertir como en años anteriores en el país pues como que ya no es tanto.
Pero usted no se preocupe que con las reformas energéticas y en telecomunicaciones se esperan llegadas de inversión de hasta mil millones de dólares, lo que representa aproximadamente un 3.5% de inversión más que la reportada el año pasado.
Pero debo decirle que el gran riesgo que presenta la economía mexicana, dada su dependencia con el exterior, está en el hecho de que el 74% de las exportaciones se concentran en manufacturas de productos metálicos, maquinaria y equipo, como son productos automotrices, aparatos eléctricos y electrónicos, exclusivamente, lo que deja al comercio exterior mexicano muy expuesto ante eventos económicos internacionales y ante cualquier pequeño estornudo nos puede dar pulmonía otra vez.
Que un subsecretario de Hacienda diga que "los sólidos fundamentos de la economía mexicana, sus política públicas sanas, su acumulación de reservas, su tipo de cambio y sus reformas estructurales posibiliten a que México pueda enfrentar la inestabilidad económica internacional mejor que otros países como Brasil y Turquía, no tiene precio"… pero que también diga que la recuperación económica de México se debe al crecimiento de la economía norteamericana (y no por nada de lo anterior), eso está de pensarse…
