El recorte del pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) fue la telenovela que ocupó todas las sobremesas de los interesados en temas económicos. El drama empezó cuando el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) confirmó que México atravesó por un proceso recesivo y que este motivo es suficiente (y por cierto casi nada) para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tuviera que reajustar a la baja su estimación de PIB para este año.
Apenas estaba respondiendo el secretario de Hacienda que "dijeran lo que dijeran" él no se movía sino hasta el viernes cuando se presente el PIB del primer trimestre del año, cuando Banamex, Banco de México (Banxico), el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF) y otros muchos manifestaban que la Presidencia de la República no le hiciera al cuento y presentara datos más reales sobre la economía del país. Actualmente "el morbo" por ver el tan esperado capítulo de hoy, que está estelarizado por la SHCP no es por ver si mantendrá su estimación, sino cuántos puntos bajará dicho pronóstico, si la reducción será de 0.5% o 0.9%. En sentido estricto si el año pasado apenas superamos el 1% de PIB "pos que" más da si al cierre de 2014 se queda en 3% o 2.5%, en esta novela, da igual "si la muchacha se queda con el pobre pero honrado o el millonario pero feo".
Este refrito telenovelesco parece ser el mismo que vemos todos los años en México. En vez de estar viendo estos temas tan trillados y "malos pa' la bilis" deberíamos estar discutiendo cuáles son los verdaderos factores que se deben generar en una nación con potencial de ser una potencia económica y una vez que trabajemos en eso el PIB crecerá por añadidura.
Es precisamente el Foro Económico Mundial uno de tantos organismos que desarrolla estos análisis que les permiten a los países desarrollar cuáles son sus áreas de oportunidad y mejora, con su Índice de Competitividad Global 2013-2014 busca entender cuáles son los factores que permitan ser a un país próspero y con mejores condiciones de vida para sus habitantes.
El Índice de Competitividad Global 2014 presenta doce pilares de análisis entre los que destaquen las condiciones de las instituciones, infraestructura, entorno macroeconómico, eficiencia de los mercados, innovación, entre otros, pilares que a su vez se respaldan en aproximadamente 119 indicadores que son medidos en 148 países para dar un ranking de competitividad.
El índice de competitividad global desarrollado por el Foro Económico Mundial muestra la realidad en México más allá de si el PIB esperado se reduce en medio punto o menos, desgraciadamente para los mexicanos nos presenta una realidad en donde lo mismo refleja la desmina calidad educativa que tenemos y el grado de responsabilidad de nuestros políticos, e incluso, el muy cuestionado comportamiento ético de nuestras empresas y empresarios.
Este indicador se divide principalmente en tres bloques, el primero es integrado por los requisitos básicos que son instituciones, infraestructura, entorno macroeconómico, salud y educación básica, elementos con los que debe contar un país para poder entrar en temas de competitividad, el resultado de 2014 respecto a 2013 quedó en lugar 63, no se movió una sola posición a pesar de las reformas estructurales de gran calado como dicen nuestros políticos, de hecho, en variables tan importantes como la desviación de fondos públicos pasamos del lugar 88 a la posición 105, mismo lugar que ocupa la confianza en nuestros políticos, estos tristes resultados sólo confirman que antes de entrar en reformas a la economía debió pensarse primero en una reforma integral del Estado, incluido un pacto social que redefiniera las relaciones entre estado-partidos políticos-sociedad, y es que, antes de pensar en cambios de paradigmas económicos se debe pensar en un proyecto ideológico y de transformación de la sociedad, ya que es ésta quien impulsa los cambios de un país y no un decreto firmado por 500 mexicanos cuestionados por el tipo de trabajo que realizan y las grandes cantidades de dinero que se llevan por levantar el dedo sin saber qué aprueban.
El segundo gran bloque tiene que ver con los potenciadores de eficiencia y que representan el 50% de la calificación total del índice de competitividad global, integrando los temas de educación superior y capacitación, eficiencia del mercado de bienes y el mercado laboral, el desarrollo del mercado financiero y la preparación tecnológica, todos estos indicadores, sin excepción, cayeron muchos lugares del ranking internacional a excepción del tamaño de mercado que quedó igual en la posición 11; y este dato por supuesto antes de alentarnos debería ser un factor más de preocupación ya que sólo confirma que las necesidades de nuestro mercado interno cada vez son mayores y que difícilmente lograremos darle la vuelta a este escenario tan difícil, con las mismas políticas económicas impulsadas por los mismos políticos que tienen secuestrado el país y con la misma sociedad pasiva de siempre.
El tercer bloque es el de factores de sofisticación de negocios y la capacidad de innovación de nuestro país que también tuvo una caída de 6 posiciones para pasar del lugar 49 al 55, debido a que el número de patentes, innovación, científicos e inversión en investigación es un tema poco explorado en México. Sin duda alguna estos indicadores no son lo que muchos esperábamos este 2014 dado el impulso reformador que inició desde finales de 2012, y a casi dos años de los primeros "cambios estructurales" pareciera ser ya tiempo suficiente para ver los efectos positivos de estas transformaciones.
Estos indicadores de competitividad al igual que cualesquiera otros son para poder identificar el lugar en el que estamos, pero también para que con esta información descuidamos respecto al futuro cercano, los indicadores son para entender nuestras fortalezas y debilidades, así como para entender el entorno en el que nos desenvolvemos, una vez que la información se toma y procesa sirve para analizar el entorno que nos lleve como sociedad a crear una visión de futuro, es decir, que estemos prospectando qué queremos de nuestro país y para nuestros hijos, que esta información sea para ponernos en acción respecto a las mejoras que necesita el país y darle la vuelta a estas cifras presentadas en materia de competitividad nacional, y con este índice trabajar para lograr el nuevo milagro mexicano.