El portero del Santos (en 2004) paró un penal, pero se tuvo que repetir.
Diez años después, a Christian Lucchetti aún le da vueltas por la cabeza el nombre del árbitro y del asistente del River-Santos de la Libertadores 2004.
Desde Tucumán, Argentina, donde juega en Segunda División, el guardameta repasó la noche del 11 de mayo de aquel año en la que el silbante paraguayo Carlos Torres y su compatriota Celestino Galván le echaron "más de una manita" al club argentino en el Estadio Monumental.
"Fue la peor manera porque quedó sucia la Copa", dijo vía telefónica.
Santos ganó 2-1 y forzó los penales en Octavos. Lucchetti tapó el segundo disparo y el tercero, pero el cuerpo arbitral decidió repetir éste último con el argumento de que el portero se adelantó, aunque ni siquiera se movió.
"¿Qué es lo que no le decía..? Le dije que me parecía un robo. Nos robaron en la cara porque además hicimos un partido espectacular", consideró.
Lucchetti se explica la situación ya que uno de los cruces en la Semifinal sería River-Boca, como finalmente sucedió, lo cual era oro puro en la Copa.
"Si estoy viendo un partido y pasa algo así me da vergüenza ajena, es una lástima que en un torneo tan importante haya pasado eso, deja muy mal parado a los organizadores.
"Tengo entendido que al juez de línea lo suspendieron de forma definitiva de los torneos internacionales", dijo.
Lucchetti tiene una hija de nueve años que nació en Torreón y, por ende, le va a Santos en su regreso a la Copa Libertadores. El portero hoy ve el hecho como una anécdota curiosa, pero no como para compartirla algún día a sus nietos.
"Tengo cosas más lindas qué contarles...", sentenció.
