Luis Ignacio Escobedo, quien vistió un terno en rosa y oro, veroniqueó muy bien de capa a 'Fabiruchis', marcado con el número 129, de 360 kilos; el zacatecano cortó ayer la única oreja de la tarde. (Enrique Terrazas)
El zacatecano Luis Ignacio Escobedo se proclamó triunfador de la novillada en la renovada Plaza de Toros "Alberto Balderas" de Ciudad Lerdo, al cortar la única oreja de la tarde.
Los astados que mandó el ingeniero Fernando Lomelí, de la ganadería "Valle de la Gracia", dieron buen juego, excepto el cuarto y último del festejo, que se vio muy distraído y sin fijeza.
Por lo que Daniel Labrado, de Chihuahua, y los laguneros Gerardo Solís y Abraham Marín sólo cumplieron, siendo "El Zurdo" el único en dar vuelta al ruedo.
Luis Ignacio Escobedo, quien vistió un terno en rosa y oro, veroniqueó muy bien de capa a "Fabiruchis", marcado con el número 129 de 360 kilos. Con la muleta el de Zacatecas se acomodó muy bien toreando con la derecha, al natural no le pudo ligar ninguna tanda. Matando de certero estoconazo hasta los gavilanes, suficiente para que doblara el ejemplar de "Valle de la Gracia", por lo que el juez de plaza, José Luis Orozco, le concedió un apéndice, la única que se cortó en la tarde.
Por su parte, Daniel Labrado, quien vistió de obispo y oro, le tocó en suerte el novillo "Dos de Bastos", marcado con el número uno, de 340 kilos, al que veroniqueó muy bien de capa. Invitó a los laguneros Gerardo Solís y Abraham Marín a banderillear, lo que le agradó a la parroquia, que registró una buena asistencia en los tendidos del coso lerdense. Después del brindis al empresario Arturo Gilio Hamdan, al de Chihuahua se le vio muy voluntarioso toreando con la muleta. No tuvo suerte con el acero, pinchando. En su segundo intento dejó tres cuartos de acero, suficiente para que doblara el burel. Silencio.
Mientras que Gerardo Solís, vestido de azul marino y oro, recibió a "Conradete", número 54, de 365 kilos, en el centro del ruedo con una excelente tanda de gaoneras, dejando constancia de su avance con un extraordinario quite. Correspondió la invitación y junto con Daniel Labrado cubrieron el segundo tercio, el de garapullos. Brindis a la parroquia y con la pañosa en la derecha ligó una serie de tandas del agrado de la concurrencia. Intentó torear al natural, pero el astado no se prestó. Falló con la toledana pinchando en dos ocasiones, y en el tercer intento dejó certero estoconazo, suficiente para que doblara el astado. Dio vuelta al ruedo.
El también alumno de la Academia de la Cultura Taurina de La Laguna, Abraham Marín, quien vistió de vino y oro, recibió a "Dr. Galván" marcado con el número 54, de 365 kilos, en el centro del ruedo rodilla en la arena, pero fue arrollado sin consecuencia. Ya de pie le pegó una excelente tanda de verónicas. Brindis al Dr. Jorge Galván, quien en esta ocasión estuvo en el biombo de la autoridad como asesor del juez de plaza, José Luis Orozco. Pero la suerte no le acompañó porque le correspondió el novillo más difícil del lote, distraído y sin fijeza, pero el lagunero se le vio muy voluntarioso, buscándole siempre la cara al burel, al que logró sacarle unos derechazos bien marcados, deleitando a la parroquia con una serie de pases de toda clase. Dejó bajonazo y tuvo que recurrir al descabello. Silencio.