Seguridad. Maestros exigen a las autoridades educativas frenar la ola de robos y asaltos en el edificio Constituyentes.
De octubre a la fecha, ocho maestros que laboran en la Coordinación Regional de Jefaturas de Sector ubicada en el edificio Constituyentes y dos más que habían acudido a realizar trámites, han sido víctimas de asaltos a mano armada y robo de autopartes, en el interior o exterior de las instalaciones.
Ayer los docentes decidieron suspender las actividades para exigir a las autoridades de la Secretaría de Educación, a la cual pertenecen, así como a la dirección de Seguridad Pública, respuestas a las peticiones que, hasta ese momento, habían sido ignoradas.
— Profesor afectado
"No queremos que hasta que le den un balazo a alguien nos hagan caso, ya les mandamos oficios... por eso estamos protestando", dijo uno de los maestros.
El edificio en el que se brinda asesoría técnico-pedagógica y se realizan trámites administrativos de nivel primaria y colegios pertenecientes al sistema estatal, se ubica en la García Carrillo, entre Aldama y Corregidora en el Centro.
Según docentes ni los vehículos o personas que han participado en los atracos son los mismos, pero el método es similar. "Te insultan y te amenazan con un arma para que les entregues todo lo que traes... ya no podemos seguir así", dicen maestros.
El último robo registrado hasta ayer por la tarde, sucedió el pasado viernes cuando un docente que dejó su vehículo sobre la García Carrillo y Aldama, fue abordado por sujetos y amenazado de muerte con un arma de fuego, para que entregara sus pertenencias.
"Se agotaron todas las instancias institucionales, hemos hecho la denuncia y el trámite a las instancias de la Subsecretaría de Educación, en Saltillo, se han mandado muchos oficios con todos los antecedentes, se han hecho las peticiones sin embargo no ha habido la respuesta adecuada", dijo la maestra Silvia Magaña.
El subsecretario de Educación Demetrio Zúñiga, acudió a dialogar con los maestros. El funcionario llegó acompañado por dos guardias de seguridad privada -un joven de 22 años y un hombre de 48- desarmados, lo que desató las críticas de los maestros, por considerar una medida innecesaria. Tras la negociación se acordó la permanencia de dos guardias de seguridad para la vigilancia interna y externa del edificio y la contratación de una unidad policiaca que vigilará el exterior del inmueble.