Sin seguridad. Jóvenes levantan las manos en señal de los nuevos resultados de la autopsia. (AP)
El gobernador de Missouri ordenó ayer lunes el despliegue de la Guardia Nacional en Missouri en un suburbio de San Luis convulsionado por protestas por la muerte a tiros de un adolescente negro desarmado, luego de una noche en que la policía usó gases lacrimógenos para disolver manifestaciones en las calles antes de un toque de queda.
El gobernador Jay Nixon dijo que el Guardia Nacional ayudaría a "restaurar la paz y el orden" en Ferguson, donde las protestas por la muerte de Michael Brown a manos de un policía blanco entraron en su segunda semana. La policía dijo que actuó en respuesta a disparos, saqueos, vandalismo y manifestantes que lanzaron cocteles Molotov. "Esos actos violentos perjudican a la familia de Michael Brown y su memoria y a las personas de esta comunidad que desean que se haga justicia y quieren sentirse seguras en sus hogares", dijo Nixon en una declaración. Los nuevos choques se produjeron el mismo día en que el secretario de Justicia Eric Holder ordenó que un forense federal realizase otra autopsia en el cadáver de Brown, que fue baleado seis veces, incluyendo dos en la cabeza, de acuerdo con una autopsia preliminar privada. Al caer la noche en Ferguson el domingo, otra protesta pacífica se deterioró rápidamente y las calles estaban vacías mucho antes de entrar en vigor el toque de queda de la medianoche.
"Basado en las condiciones, no tuve otra alternativa que elevar el nivel de respuesta", dijo el capitán Ron Johnson, de la Patrulla de Caminos de Missouri, que está al comando en Ferguson. Al menos dos personas resultaron heridas de bala, dijo. El domingo, el secretario de Justicia Eric Holder ordenó que un médico forense federal realice otra autopsia."Las circunstancias extraordinarias que rodean la muerte de Brown, de 18 años, y una solicitud de miembros de la familia Brown motivaron la orden, dijo en un comunicado el vocero del Departamento de Justicia, Brian Fallon.
Mano en alto
El cuerpo de Michael Brown, el adolescente de Missouri cuya muerte a tiros por la policía ha desatado una ola de protestas, presenta un orificio de bala en el brazo derecho que pudo haber ocurrido al levantar las manos o al estar de espaldas de quien le disparó, afirmó ayer lunes un patólogo contratado por la familia del joven.
Sin embargo, el patólogo dijo que el equipo que examinó el cadáver todavía no puede afirmar con seguridad cómo le fueron infligidas las heridas y consideró necesario tener más información. Una autopsia independiente determinó que el joven de 18 años recibió por lo menos seis disparos, incluso dos en la cabeza, según los patólogos contratados y los abogados de la familia.