Batallas campales. Palestinos lanzan piedras durante una protesta en Jerusalén.
La policía israelí chocó ayer viernes con manifestantes palestinos en Jerusalén, mientras miles de personas acudieron a un cementerio para el entierro de un adolescente árabe que según los palestinos fue asesinado por extremistas israelíes en un ataque con visos de venganza.
Los milicianos palestinos dispararon al menos seis cohetes y proyectiles de mortero hacia Israel, pero el ataque fue marcadamente menor en comparación con los de las últimas semanas y no se informó de ataques aéreos israelíes de represalia. La víspera, el ejército israelí envió apresuradamente fuerzas adicionales a su frontera con la Franja de Gaza a causa de la intensificación de los ataques.
Una ambulancia trasladó el cadáver de Mohamed Abu Jdeir, de 16 años de edad, envuelto en una bandera palestina y el pañuelo tradicional, a una mezquita en el barrio donde vivía. A continuación, los dolientes cargaron el ataúd abierto entre una multitud hacia un cementerio.
Durante la procesión, palestinos enmascarados lanzaron piedras a los policías israelíes en las cercanías, quienes respondieron con granadas aturdidoras, dijo el portavoz policial Micky Rosenfeld. Dijo que más de 2,000 personas asistieron al funeral.
La policía reforzó las medidas de seguridad en Jerusalén sus alrededores porque el funeral coincidió con las primeras plegarias del viernes del mes de ayuno musulmán del ramadán. No se reportaron de inmediato víctimas de los enfrentamientos u otros disturbios en el área.
