Más de 1,800 niños no acompañados pasaron por Fort Sill en el suroeste de Oklahoma hasta el cierre de las instalaciones la semana pasada, informó un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Kenneth Wolfe, vocero de la Administración de Niños y Familias, de ese departamento, dijo que 1,861 niños pasaron por el lugar. El refugio temporario funcionó durante junio y hasta el miércoles pasado.
Una ley de 2008 exige que los niños migrantes no acompañados provenientes de países no limítrofes con Estados Unidos sean entregados al departamento en las 72 horas siguientes a su detención. El gobierno se hace cargo de ellos hasta reunirlos con un familiar o patrocinador en tanto aguardan la audiencia de deportación en un tribunal de inmigración.
Varias bases militares en Oklahoma, Texas y California han alojado a miles de niños migrantes desde mayo, cuando los centros de detención en la frontera se vieron desbordados. El gobierno federal dijo la semana pasada que los albergues en Texas y California dejarán de funcionar en las próximas semanas. Unos 7,700 niños fueron alojados un promedio de 35 días desde mayo.
Alrededor de 63,000 niños no acompañados, en su mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador, entraron ilegalmente a Estados Unidos entre octubre y julio, el doble que en el mismo período del año anterior. El flujo disminuyó en julio, debido posiblemente a las altas temperaturas en la frontera.
Pero Wolfe dijo que de aumentar el flujo, se podría utilizar las bases nuevamente.
Michael McNutt, portavoz de la gobernadora Mary Fallin, dijo que al menos 212 niños encontraron patrocinadores en Oklahoma.
Fallin se declaró complacida porque el gobierno federal cerró la instalación en Fort Sill.
"Sin embargo, me preocupa que el gobierno haya renovado el arriendo de la instalación, conservando así la opción de reabrirla en el futuro", añadió.