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Más excesos del poder

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

La reciente aprobación de una pensión vitalicia, escandalosa en tiempo y monto para los magistrados del Tribunal Federal Electoral, es una prueba más del abuso y prepotencia al que han llegado los políticos mexicanos.

Los excesos están en todos lados, desde los alcaldes y gobernadores que gastan como si los presupuestos fueran fortunas personales, hasta los diputados, senadores y los miembros del gabinete presidencial, quienes no contienen sus ansias de gastar y de enriquecerse.

Semanas atrás se construyó en un poblado de Sonora un estupendo escenario con techo, templete y gradas para que el presidente Peña Nieto inaugurara la modernización de una carretera. Un día antes, sin explicación alguna, se canceló el evento y con ello por lo menos un millón de pesos se fue a la basura.

Magistrados que ganan más de 200 mil pesos mensuales además de un aguinaldo por 363,000 pesos, seguro de vida, de gastos médicos, vehículo y boletos de primera clase en avión y hoteles de lujo durante sus viajes en comisión, recibieron un regalo navideño anticipado.

Con más sospechas que aplausos, el Congreso aprobó la semana pasada una pensión vitalicia para los magistrados del Trife calculada en poco más de 730 millones de pesos y todo porque supuestamente estos funcionarios no pueden trabajar en ciertas áreas durante los dos años posteriores a su jubilación.

El PRD reclamó esta acción y exigió derogar este acuerdo mientras que el PRI dio marcha atrás y propondrá limitar la pensión, pero ¿por qué hasta ahora y no antes de ser aprobada la pensión?

Lamentablemente y como tantas veces se ha dicho, los partidos se han apoderado de México y son ellos a través de sus líderes y gobernantes, quienes deciden donde, cómo y cuánto gastar.

Pero además ya no son vigilados como en el pasado cuando los líderes opositores de un gobierno se lanzaban con todo para denunciar fraudes y malos manejos o cuando menos para exigir un freno a la corrupción y el despilfarro.

Ahora los gobernantes dejan sus cargos sin rendir cuentas y sólo son molestados cuando cometen errores políticos o cuando de plano los delitos cometidos fueron tan burdos que al sucesor no le queda más remedio que procesarlo.

Aquellas comaladas de millonarios sexenales que dejaba cada gobierno federal, se reproducen hoy en día en todas las instancias de gobierno. Alcaldes que compran ranchos lujosos, gobernadores que se vuelven multimillonarios, senadores y diputados con más negocios que los empresarios y secretarios que no necesitan pensiones escandalosas para vivir su retiro como duques europeos.

En las vacaciones navideñas, las de Semana Santa y en el verano, ¿sabe usted quiénes colman los más exclusivos resorts, cruceros y los hoteles de Las Vegas, Nueva York, Madrid y Londres? Efectivamente son los políticos mexicanos quienes son ya una casta divina como ocurre con las cortes de los acaudalados jeques y príncipes del Medio Oriente.

En tres semanas más la historia se repetirá en el mundial Brasil 2014, ahí estarán ocupando los mejores lugares en los partidos de México, algunos serán invitados por los patrocinadoras, pero otros derrocharán sus fortunas en la fiesta del balompié.

Obviamente no hay mal que dure cien años --ni penitente que lo aguante-- por lo que tarde o temprano esta época de corrupción, saqueo, despilfarro, bacanales, desorden e indolencia, tendrá que pasar a la historia.

La primavera del Medio Oriente que inició en 2010 podría llegar a México en el futuro. Lo vimos con los movimientos #YoSoy 132 y el de los maestros que con todo y manipulaciones evidenciaron el hartazgo social por el manejo de la política en México.

Sin embargo, los partidos no descansan y blindan su permanencia día tras día con leyes y acuerdos que los protegen y los favorecen. Muy pronto llegará la reelección de los legisladores y el control férreo desde el centro del país con el Instituto Nacional Electoral.

Luego vendrán las reelecciones para alcaldes, gobernadores, presidentes de la República e inexorablemente la reducción a dos o tres partidos a nivel nacional.

Entonces sí será la dictadura perfecta, como bien diría el peruano Mario Vargas Llosa.

APUNTE FINAL

Hace muy bien el senador Ernesto Cordero en reclamar su cuota de poder en el comité ejecutivo nacional del PAN a pesar de haber perdido la elección para la presidencia... Cordero obtuvo el nada despreciable 42 por ciento de los votos contra el 57 por ciento de Madero, y bueno de alguna manera ese porcentaje deberá estar representado en la nueva etapa del blanquiazul, en donde según los analistas, la compleja operación cicatriz ha comenzado.

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