Muerte. Tres aldeas en Nigeria sufrieron los embates del grupo terrorista Boko Haram; al menos 200 murieron. (ARCHIVO)
Cuando un grupo de hombres vistiendo uniformes militares y portando armas llegó a bordo de camionetas, los aldeanos creyeron que los soldados nigerianos finalmente habían llegado a protegerlos del grupo terrorista Boko Haram.
Pero estaban disfrazados. Los hombres reunieron a los habitantes en el centro de la aldea y luego empezaron a disparar.
En total, combatientes de Boko Haram mataron a cientos de personas en tres aldeas en el extremo noreste de Nigeria, denunciaron testigos ayer jueves, describiendo el ataque más reciente por el grupo extremista islámico que atrajo la atención a nivel internacional por el secuestro de más de 300 niñas de una escuela.
Un líder comunitario que atestiguó la matanza el lunes dijo que los vecinos habían solicitado a las fuerzas militares la presencia de soldados para proteger el área después que se enteraron que los combatientes estaban a punto de atacar.
Los combatientes llegaron en camionetas HiLux Toyota -comúnmente usadas por los militares- y dijeron a los civiles que eran soldados y que habían llegado "para protegerlos", la misma táctica usada por el grupo cuando secuestró a las jóvenes de una escuela en el poblado de Chibok el 15 de abril.
"Todos creímos que eran los soldados a quienes les habíamos reportado que los insurgentes podrían atacarnos", dijo el líder de la comunidad, que habló a condición de mantener el anonimato porque temía por su vida.
Después de que los combatientes llevaron a todos los habitantes a los centros de las aldeas, "empezaron a gritar 'Dios es grande, Dios es grande' para luego empezar a disparar contra la gente continuamente durante mucho tiempo hasta que todas las personas reunidas estaban muertas", dijo.