Vigilancia. Policías y militares resguardan el área donde se registró la fuerte explosión.
Al menos 20 personas han muerto y 30 han resultado heridas por la explosión de una bomba al paso de un convoy militar en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, Este de Pakistán, informaron fuentes oficiales citadas por medios locales.
El ataque tuvo lugar en el distrito de Bannu, cuando el convoy se dirigía a la vecina zona tribal de Waziristan del Norte en el marco de un despliegue militar para combatir la insurgencia en la región, fronteriza con Afganistán y que alberga varios grupos armados.
Según las fuentes, el artefacto fue colocado en un vehículo privado alquilado para el transporte de tropas, y activado por control remoto.
Las fuerzas de seguridad acordonaron el área de la explosión, que de acuerdo con testigos se escuchó varios kilómetros a la redonda.
El atentado lo reivindicó el movimiento talibán paquistaní, Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), cuyo portavoz, Shahidullah Shahid, advirtió en declaraciones a la cadena televisiva Dawn que los insurgentes proseguirán su ofensiva contra las fuerzas de seguridad.
El nuevo ataque se produce después de que fracasara un intento de negociación entre el Gobierno y el TTP a raíz de la muerte el pasado noviembre del hasta entonces líder del movimiento talibán local, Hakimulá Mehsud, en un bombardeo de un avión espía estadounidense.
El TTP eligió una semana después como nuevo líder al conocido como mulá Fazlula, que representa la línea dura en el seno del movimiento insurgente y que descartó la posibilidad de emprender el proceso de diálogo propuesto por las autoridades paquistaníes.
El mulá Fazlula es el instigador del ataque que en 2012 causó graves heridas a la adolescente Malala Youzafzai, cuya campaña en favor de la escolarización de las niñas -prohibida por los talibán-, le convirtió en símbolo mundial de la lucha contra la intolerancia.
En la zona del atentado, bombas y ataques a tiros han matado a miles de efectivos de seguridad y dejado a miles más heridos y discapacitados.
Waziristán del Norte se considera un baluarte de extremistas vinculados con Al Qaeda. En diciembre pasado cuatro soldados paquistaníes perdieron la vida cuando un agresor suicida estrelló un vehículo con explosivos contra un campamento militar en Waziristán del Norte, pero los atentados dentro de complejos militares son poco comunes.
Las fuerzas armadas paquistaníes combaten desde hace años contra extremistas en zonas tribales que desean derrocar el gobierno y establecer un estado islámico de línea dura en todo el país. Los extremistas consideran al ejército y a otras fuerzas militares como interventores de una agenda estadounidense en las zonas tribales, que tienen frontera con Afganistán y también son un refugio de insurgentes en ese país.
Pero a muchos paquistaníes no les agrada combatir a otros musulmanes y se han cansado de la larga guerra. Muchos la ven como una imposición de Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre y la invasión de Afganistán.
SOLDADOS
Quedaron heridos por la explosión de la bomba.