El norirlandés Rori McIlroy amplió su ventaja al frente del Abierto Británico de golf tras cerrar la segunda jornada con un total de 132 golpes. McIlroy se aleja, Woods casi queda afuera
Rory McIlroy se apuntó por segundo día consecutivo una ronda de 66, seis bajo el par, y sacó amplias ventajas sobre el resto ayer en el Abierto Británico de golf.
El norirlandés, quien no parece demasiado afectado por la ruptura de su compromiso con la tenista Caroline Wozniacki, se apuntó birdies en tres de los últimos cuatro hoyos y aventaja por cuatro golpes a su escolta, el estadounidense Dustin Johnson.
McIlroy sufrió su primer bogey del torneo en el primer hoyo, pero de allí en más no tuvo errores y sumó siete birdies.
Algunos ya empiezan a vislumbrar victorias holgadas como las que se apuntó al ganar sus dos primeros torneos grandes, el US Open del 2011 y el PGA Championships del año siguiente, ambas por ocho golpes.
"Siento una gran paz interior en el campo de golf", declaró McIlroy. "Me siento muy bien haciendo lo que hago. Cuesta describirlo. Ojalá me sintiese así más a menudo".
McIlroy se sacudió así el maleficio que lo perseguía los viernes, en que por razones misteriosas, que ni él se explica, estaba registrando anotaciones muy altas.
Johnson tuvo la mejor ronda en lo que va del torneo al emplear 65, para un total de 136. A dos golpes le siguen Rickie Fowler, Sergio García, Charl Schwartzel, Francesco Molinari y Ryan Moore.
Tiger Woods, por su parte, registró una de las peores vueltas que ha tenido en un torneo grande al necesitar 77 golpes y casi queda afuera.