México, que recibió a exiliados argentinos, españoles o chilenos en tiempos dictatoriales, se convirtió también en el hogar del nobel colombiano Gabriel García Márquez, quien llegó al país hace más de medio siglo y lo convirtió en cuna de su novela más universal, “Cien años de soledad” (1967).
“A México le hice llegar yo”, decía su amigo y escritor Álvaro Mutis (1923-2013) sobre la llegada de Gabo, quien a finales de los años cincuenta estaba en apuros en Colombia y le convenció para que se mudara. Un viaje circunstancial que estaba previsto que durara apenas una semana se convirtió en definitivo para García Márquez, quien recordó que su llegada coincidió con “el día que se mató (Ernest) Hemingway”, el 2 de julio de 1961. “Lo sé porque exactamente en la mañana me llamó (el escritor mexicano) Juan García Ponce y le dije, ‘qué hay de nuevo’”. Este me contestó: “¡¡Qué hay de nuevo!! ¡Que el cabrón de Hemingway se partió la madre de un escopetazo!”, recordó el autor de “Crónica de una muerte anunciada” (1981). El plan inicial de García Márquez era estar “una semana” para visitar a Mutis “y de eso hace cincuenta años”, llegó a decir el laureado autor de mil historias hermosas, que con el tiempo se fue vinculando de manera más estrecha a México. La idea de Gabo fue entonces dedicarse al cine, un arte cuyas claves había aprendido en Roma. En aquella época México era “el país soñado al que todos queríamos llegar, el punto de referencia en América Latina al que todos mirábamos desde el sur como el sitio asombroso y bello”, comentó hace años Mutis, al destacar que para él y Gabo fue un “refugio creador, un país cuya gente y cultura son una fuente de inspiración”. Precisamente fue Mutis quien recomendaría a García Márquez la lectura de “Pedro Páramo” (1955), la gran novela de Juan Rulfo años antes de que el autor colombiano encontrara el hilo que le condujo a “Cien años de soledad”, una obra que Carlos Fuentes (1928-2012) consideraba el “Quijote americano”.
UN PAÍS CLAVE
Como contó GarcíaMárquez en varias ocasiones, fue en 1965 en el sur de México cuando sintió la inspiración definitiva para escribir la novela que relata la historia de la familia Buendía ambientada en el pueblo imaginario de Macondo. En enero de 1965 el escritor viajaba en automóvil con su familia desde Ciudad de México al balneario de Acapulco cuando a la altura de Cuernavaca tuvo un percance y decidió desistir de la travesía. Una de las múltiples conjeturas “macondianas” sobre el episodio indica que una res se le atravesó en el camino, le averió el vehículo y le obligó a regresar a casa, pero todas la versiones, incluidas las contadas por él, coinciden en que en ese instante vislumbró las claves que buscaba para escribir su primera gran novela. “La tenía tan madura que hubiera podido dictarle allí mismo, en la carretera de Cuernavaca, el primer capítulo, palabra por palabra, a una mecanógrafa”, diría García Márquez mucho después, al evocar aquel momento mágico. A partir de entonces el autor colombiano se encerró a escribir durante dieciocho meses en su estudio de Ciudad de México provisto de grandes reservas de papel y cigarrillos. Mutis, Fuentes y Julio Cortázar (1914-1984), que leyeron parte de los originales, tuvieron la impresión de que su amigo y colega estaba elaborando una obra inmortal desde las primeras líneas: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
A finales de 1966, la editorial argentina Sudamericana aceptó, deslumbrada, los textos mecanografiados y en 1967 publicó “Cien años de soledad” con un enorme éxito.
EDITORIAL DIANA DESPIDE A GABO
La muerte de Gabriel García Márquez marca la línea en la que la obra de un clásico vivo se tornará un clásico de la literatura universal. Editorial Diana se enorgullece de ser la casa mexicana desde la cual millones de lectores han podido disfrutar la riqueza de su obra. A Mercedes, Rodrigo, Gonzalo y a toda su familia, los acompañamos, junto con los millones de lectores que hoy lamentamos la ausencia física de Gabo. García Márquez es el autor más emblemático del realismo mágico y uno de los escritores más grandes en la historia de las letras contemporáneas. A través de su obra nos enseñó a amar nuestro idioma, el español, y nos alentó a ser orgullosamente latinoamericanos. Por ello, y por el extraordinario universo literario que creó y que hoy forma parte del imaginario de la humanidad entera, las generaciones futuras de nuestro continente le están en deuda. Desde 1986 Editorial Diana publica orgullosamente las obras del Premio Nobel de Literatura. En su catálogo se encuentran 24 obras que incluyen la recopilación de toda su obra periodística, cuentos y novelas entre las cuales destacan Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, Del amor y otros demonios, La mala hora y La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. Además de las aclamadas El general en su laberinto, Noticia de un secuestro, Doce cuentos peregrinos yEl olor de la guayaba verde.
García Márquez en la política
Más allá de su faceta de escritor, García Márquez siempre se significómucho políticamente y sus ideales de izquierda le causaron problemas con las dictaduras de Laureano Gómez y Gustavo Rojas Pinilla. Con la presidencia de Julio César Turbay Ayala (1978-1982), fue acusado de colaborar con la guerrilla M19 y se exilió a México (1981-1983). Regresó a Colombia durante la presidencia de su amigo Belisario Betancur (1982-1986). También fue destacada su amistad con Fidel Castro. A lo largo de su vida no paró de recibir homenajes, aunque el año más especial fue 2007, cuando por su 80 cumpleaños, el 40 aniversario de “Cien años de soledad” y los 25 del Nobel, honraron su figura la Casa de América de Madrid y sendos Congresos de la Asociación de Academias de Lengua Española (Medellín) e Internacional de la Lengua Española (Cartagena de Indias). “Vivir para contarla” es la autobiografía en formato de novela que el premio Nobel publicó en 2002, y en 2009 apareció la primera biografía “tolerada”, escrita por el británico Gerald Martin y titulada “Gabriel García Márquez: Una vida”.
México, cuna de la obra de Gabo