Miedo al compromiso

El miedo al compromiso de pareja es cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Cuando se habla de miedo patológico es inevitable relacionarlo a algún suceso importante ocurrido durante la infancia que se quedó registrado en la memoria emocional de los infantes.

La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.

Paul Claudel.

El miedo es una reacción emocional, es universal y cumple con una función adaptativa, puede ser de protección, para mantenernos a salvo de algún peligro real, pero también puede ser de evasión, un obstáculo para el desarrollo psicosocial.

HERIDAS IMBORRABLES

Mariana creció en hogar donde su familia estaba integrada por ambos padres, es la menor de tres hermanos, dos hombres y ella. Cuando eran pequeños fueron testigos de innumerables peleas y discusiones entre sus padres, a sus treinta y dos años recuerda que era común escuchar gritos de su papá hacia su mamá, incluso llegó a presenciar violencia física entre ellos. Cuando Mariana era muy pequeña su mamá la cargaba para protegerse de los golpes que le daba su papá, exponiendo a la niña al peligro. Cuando tenía cinco años y se daba cuenta de que pelearían de nuevo, corría de manera instintiva a tratar de proteger a su mamá, quedando siempre en medio de ambos padres, ninguno de ellos se percataba de que la niña estaba absorbiendo toda la ira y agresión del padre, así como el miedo y ansiedad de la madre, lo cual generó en ella una herida emocional profunda.

Mariana anhela un vínculo afectivo de pareja estable pero como consecuencia de su miedo al compromiso sólo ha establecido relaciones a distancia; tiene miedo de ser lastimada. Ha intentado establecer un vínculo cercano pero cuando concreta alguna cita le dan ataques de ansiedad porque su inconsciente percibe a la figura masculina como amenazante.

Los adultos que en su niñez fueron testigos de algún tipo de violencia psicológica o física entre sus padres, o vivieron de manera personal la falta de compromiso de una o ambas figuras paternas, difícilmente lograran establecer un vínculo de pareja responsable.

Según la teoría del apego del psicólogo John Bowlby (1907-1990), el apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad; se relaciona con las experiencias de la más temprana infancia y la capacidad de respuesta de su principal figura de afecto, si se sienten amados, aceptados y protegidos incondicionalmente, lograrán establecer un apego seguro, si experimentan falta de amor, omisión de cuidados y rechazo, desarrollarán estilos de apego inseguros.

APRENDER MALOS PATRONES

El primer vínculo afectivo que el ser humano establece es con su padres puede ser determinante en su elección de pareja y la forma en que se desarrolle la relación.

El hermano mayor de Mariana se casó cuando tenía veintitrés años. Tuvo dos hijos y su matrimonio duró solamente cinco años, tiempo en el que él repetía las agresiones físicas y psicológicas aprendidas de su padre hacia su pareja. Cuando se separó él se desentendió por completo de su expareja y de los hijos de ambos, justificándose erróneamente con la falta de compromiso de ella, quien, a su parecer, no administraba bien los recursos económicos que él aportaba para sostener su hogar. Es decir, no solamente repitió de manera inconsciente la violencia de la cual había sido testigo, sino que su elección de pareja fue en función de la falta de compromiso que asimiló de la relación de sus padres. Pudo haber hecho una elección diferente pero le dio miedo lo desconocido, repitió para no olvidar las heridas emocionales a las que se acostumbró de niño; aprendió que una relación puede significar hacerse daño, faltarse al respeto y lastimarse.

INTIMIDAD SUPERFICIAL

Las personas que tienen miedo al compromiso pero que están ya en una relación de pareja pueden mostrar incapacidad de crear proyectos juntos a corto o largo plazo.

El otro hermano de Mariana tuvo muchas novias, sus relaciones eran fugaces, solía conquistar pero cuando se sentía en riesgo de enamorarse huía de la relación. Cuando finalmente se casó fue por un embarazo no planeado, tuvieron también dos hijos, su matrimonio ha sido duradero pero sólo socialmente, él ha tenido relaciones extramaritales, no se compromete con su esposa a un nivel más íntimo y de entrega repiten el patrón de conducta de su figura paterna.

El miedo al compromiso puede tener como consecuencia la infidelidad ya que estar con dos o más personas es un impedimento para estar al cien por ciento con una sola persona.

Al final, para vencer el miedo el único camino es enfrentarlo, como plantea Osho en El libro del Yoga I, El nacimiento del individuo: Si tienes miedo, el problema es el amor. Sé más afectuoso, da unos pasos hacia la otra persona. Porque todo el mundo tiene miedo. No creas que tú eres el único. Vives esperando a que alguien venga y te ame, pero puedes esperar eternamente, porque el otro tiene miedo también, y si algo teme la persona temerosa, por encima de todo, es ser rechazada.

Twitter @Marimar_Centeno