Los granaderos que mantuvieron por cerca de media hora "encapsulados" a un centenar de manifestantes decidieron liberarlos y permitirles seguir su camino rumbo al centro de la ciudad, sin embargo, los escoltaron.
Esto luego de que un grupo de 300 jóvenes encapuchados hizo pintas y rompiera vidrios de sucursales bancarias y establecimientos comerciales sobre el Paseo de la Reforma. Finalizaba apenas, de manera pacífica, una marcha y mitin en el Ángel de la Independencia, por el caso Ayotzinapa y el segundo año de la presidencia de Enrique Peña Nieto.
Los granaderos portaron escudos y extintores con gas. Cerca de un millar de agentes, sin romper filas, caminaron junto los manifestantes por avenida Reforma y llegan a la glorieta de Colón, rumbo a la calle de Juárez.
Una veintena de integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) vestidos de blanco, acompañaron la marcha rumbo a las estaciones del Metro Hidalgo o Juárez "para evitar que abusen o golpeen a los muchachos", explicó uno de ellos.
También observadores de la ONU avanzaron con los manifestantes para evitar "que los detengan".